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Es el lugar donde nunca querríamos acabar. Pero por otro lado, nos llena de curiosidad y morbo conocer lo que se cuece 'ahí abajo'. Gracias a una desgracia ajena -que no fue tanto, porque tuvo final feliz-, ahora podemos saber cómo se 'vive' ese momento tan temido. El esquiador británico Jamie Mullner lo grabó todo con una GoPro y con unos asombrosos nervios de acero en los Alpes suizos. Ahí cayó, mientras esquiaba en el glaciar de Saa-Fee, en un grieta de unos 20 metros de profundidad.
Caer en una grieta es el gran peligro oculto que aguardan las montañas en invierno y que todo esquiador busca evitar. Gracias al vídeo de Mullner, ahora todos podemos saciar nuestra curiosidad cómodamente desde casa, sin pasar ni el frío, ni la incertidumbre ni el pánico que podríamos llegar a experimentar en una situación así. Este es el vídeo. En él se ve cómo antes de lanzarse al descenso por la nieve en polvo, sus amigos ya le advierten de la existencia de la grieta... lo que no se veía era otra que estaba oculta.
Llama poderosamente la atención la aparente tranquilidad del esquiador en un momento de tan alta tensión. De hecho, en las profundidades (sin estar todavía a salvo) llega incluso a admirarse de lo "épico" de haber conseguido que todo hubiera quedado grabado en su GoPro. Admite, eso sí, que es lugar "da miedo" y se considera "muy afortunado" por poder 'disfrutar' del momento, grabando vídeo y tomando imágenes mientras espera al equipo de rescate.
Consejos de seguridad
Gracias a la cámara podemos ver hoy estas sorprendentes imágenes. Pero es importante destacar que realmente es gracias al walkie-talkie por lo que hoy Mullner respira tranquilo (y porque su cuerpo no chocó contra grandes bloques de hielo, claro). Caer en una grieta no es el deseo de nadie, pero si esquías (sobre todo si lo haces fuera de pista), tienes que asumir que corres ese riesgo y tomar todas las precauciones que puedas. Es imprescindible llevar material para hacer polipastos y conocer las técnicas de izado.
A grandes rasgos, sigue estas medidas de seguridad:
-Tu equipo básico tiene que estar compuesto por: arva, sonda, pala, móvil y walkie talkie; sobra decir que tienes que saber utilizarlos. Lleva también en la mochila algunos víveres, alimentos y bebida. Nunca sabes cuándo puedes quedarte unas horas aislado en las que necesitarás hidratarte e ingerir algunas calorías.
-Evita esquiar solo. En compañía todo saber mejor y será más seguro.
-Intentad avanzar con una cierta separación, no en bloque, y siempre vigilando posibles alteraciones en el terreno. De esta manera, si un miembro del grupo cae en una grieta o queda atrapado bajo un alud, el resto se puede encargar de ayudarle y de movilizar un equipo de rescate.
-No salgas de casa sin consultar el 'meteo'. A veces, la mejor previsión meteorológica te la darán los esquiadores locales, en tu alojamiento y en las pistas de esquí. Aún así, contrasta la información con fuentes oficiales sobre los riesgos de aludes, parte de nieve y previsión del tiempo.
-La aventura puede estar más cerca de lo que piensas. Si no eres un deportista que conoce la técnica y el entorno a la perfección, quizás estás sobrevalorando tus posibilidades si te alejas demasiado de los lugares frecuentados. No por ir más lejos y a parajes más recónditos tu aventura será más divertida: evalúa tus habilidades (y la del resto de tu equipo, recuerda que no vas solo) y elige una ruta que se adapte a ellas. Te reirás más si vuelves y puedes recordarlo.
