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¿Cuántos de los que nunca habéis esquiado en nieve virgen no habéis soñado con hacerlo algún día? Se puede ser un auténtico 'crack' en pistas, pero después no saber reaccionar o aplicar las técnicas más adecuadas para esquiar en nieve en polvo, donde la consistencia y el tacto es diferente. Deslizarse por las nieves profundas exigen unos movimientos diferentes a los de las pistas; repasamos las claves para no quedarse enterrado en la nieve más tiempo que bajando por la pendiente. Estas recomendaciones no sustituyen clases con instructores.
Las claves
-Mejor zona conocida
Aventurarnos a bajar por nieve en polvo en un área que no conocemos y sin haberlo hecho nunca es más que temerario. Hay que empezar por zonas en las que nos sintamos cómodos, por las que hayamos pasado ya anteriormente (cercanas a pistas y estaciones habituales), y si no, ir acompañado por un guía. En todo caso, no siempre resulta fácil encontrar nieve profunda: para lograrlo, pon atención a los partes meteorológicos y a las webcams de las estaciones.
-Técnicas de rescate
Es el momento de volver a empollarse las técnicas de rescate y de búsqueda. Siempre esperamos no tener que utilizarlas, pero el conocimiento es algo muy importante y que encima no pesa nada en la mochila. Lo que sí ocupará espacio es la equipación de seguridad que tendrás que llevar, sin excusas: pala, arva y sonda.
-Atención con las restricciones
Hay zonas rurales que a veces cierran algunas zonas para preservar el entorno natural; en otras ocasiones, la protección se hace para evitar accidentes de personas, por tratarse de una zona peligrosa. Presta atención, y sobre todo, haz caso de las señales.
-Poco a poco
Como siempre, lo mejor es ir poco a poco y adaptarnos a los esquís antes de lanzarnos a hacer algo a lo que no estamos acostumbrados. Por eso, al empezar la temporada, primero tira de pistas; cuando retomes la comodidad de tus botas y esquís, y siempre consultando el 'meteo', ya puedes ir acercándote y tomar las primeras sensaciones en el fuera de pista.
-La velocidad es tu amiga
No entra en contradicción con el punto anterior. Nos referimos a que en las bajadas tendrás que lanzarte y coger algo de velocidad. La nieve en polvo tiende a reducirla, y si vas muy lento, no podrás flotar sobre la superficie con la misma facilidad y te costará más hacer un cambio de dirección. Intenta hacer giros rítmicos para impulsarte con energías. Todo esto quiere decir que los terrenos con nieve en polvo más fáciles de esquiar son los más escarpados. Aún así, mucha precaución.
-El esquí exterior manda
Sobra decir que el esquí powder es diferente del esquí en pistas. Eso obliga a usar técnicas algo dispares, por ejemplo, hay que adoptar una posición más centrada y toca repartir la presión en ambos esquís para que actúen como si fueran uno solo. Para ello, colócalos de forma paralela, un poco más juntos de lo habitual, y balancéalos de forma uniforme. No te inclines hacia atrás. Aunque no hay que olvidar que el esquí exterior es el que manda.
-Entrena antes
En este sentido, no hay ninguna diferencia entre el esquí dentro y fuera de pistas: entrenar en la pretemporada siempre ayuda a evitar lesiones en temporada y a arrancar con soltura.
Un poco de vocabulario...
Cuando hablamos de esquiar powder, es un término totalmente equivalente a hacerlo en nieve en polvo, en nieve virgen profunda sobre la que nadie ha esquiado. Se refiere a esa nieve fresca y seca, considerada la de mejor calidad para este deporte.
Además del powder, en pistas puedes encontrarte otro tipo de nieve que nada tiene que ver con la nieve en polvo: nieve dura, nieve húmeda...quieres conocerlas todas? ¡Entonces no te pierdas este artículo!
