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Si te gusta inspirarte con los vídeos de esquí de otros deportistas, seguro que alguna vez te has planteado grabarte a ti mismo. ¿Cómo? ¿Es posible? ¡Naturalmente! Las nuevas tecnologías han abaratado los costes y ya no hace falta un costoso equipo de rodaje para grabar y montar tu propio vídeo esquiando. Las cámaras tipo "GoPro" han facilitado la faena.
Si las has usado ya, quizás te haya decepcionado revisar a posteriori unas grabaciones plagadas de planos temblorosos o cortados. En lo que esperabas que sería el próximo vídeo viral de internet, en realidad te has encontrado una grabación cutre, vaya. ¿Es posible mejorarlos de forma sencilla? ¿Cómo debemos utilizar las cámaras para grabarnos esquiando? Aquí van unos consejos para mejorar el producto final.
Conoce tu cámara
Es obvio, pero es que muchos se lanzan por las pistas conociendo el botón de grabar. Error. Todos los botones que tiene tu cámara tienen (¡oh, sorpresa!) una función concreta. Antes de hacer la escapada a la nieve, dedica un tiempo en casa, tranquilamente, a analizar y jugar con las diferentes opciones que ofrece la cámara para exprimirla al máximo: exposición, angular, balance de blancos... Si no eres un amante de la fotografía, puede que estos conceptos te suenen a chino. No te preocupes, con un poco de práctica los aplicarás de forma automática.
Cambia el plano
Una vez que sabemos cómo funciona el aparato, toca "dirigirlo". El visionado de un vídeo con una amplia variedad de planos es mucho más digerible; tus amigos te lo agradecerán. Así que hay que ser creativos: baja una pista con la cámara fija en los cascos; en otra colócala en los bastones; después en las botas, en los esquís... e incluso, si es posible, que te grabe alguien desde fuera.
Procura, eso sí, fijar bien la cámara para no perderla. Si la pones en el casco, tendrás menos perspectiva; en el palo, cuidado con los golpes; en el pecho, es posible que en fuera de pista el objetivo se ensucie y quede borroso. Por tanto, adapta la posición de la cámara a la situación y a lo que busques.
Adapta la cámara a la nieve
Eso significa que no es lo mismo grabar la comunión de tu sobrino que una bajada en pistas con los esquís. Por tanto: utiliza un filtro polarizador por la luz que se refleja en la nieve; si no te graba una tercera persona y llevas la cámara encima, no corras demasiado, ya que muchos procesadores de vídeo puede que no sean capaces de seguir tu ritmo (se verá en forma de saltos o quedará movido); viste con colores, ya que si vas de blanco, gris claro u otros colores suaves la cámara no captará un contraste suficiente.
La edición post-esquí
Acabada la aventura, en casa tendrás que editar el vídeo. ¿O acaso pretendías que alguien se tragara una infumable grabación de una hora entera? Seguro que descubres un editor de vídeo en tu ordenador, puedes acceder a uno sencillo online o tienes algún amigo que te echará un cable. Te permitirá "adornar" tus bajadas con títulos, sonido y otros ítems que las hará todavía más espectaculares.
Por último, recuerda una cosa: que la concentración por grabar un vídeo del que presumir con los amigos no tapone tus sentidos y acabes siendo presa, como supuestamente casi le ocurre a chica snowboarder del famoso viral-fake de hace un año.
¿Quieres ver cómo sería grabar una escena espectacular en la nieve? ¡No te pierdas este video! ¡BRUTAL!
