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Durante años se les ha mal conocido como “personas con discapacidad”, cuando en realidad lo que tienen son otras capacidades. Hoy se las llama “personas con diversidad funcional”; este concepto es más apropiado para definir, al menos, a todas aquellas que nos han demostrado deportivamente hablando que podían hacer maravillas. Y si prácticamente se han adaptado –y nos han dejado con la boca abierta- en diferentes disciplinas deportivas, en esquí no iban a ser menos.
¿Por qué es positivo el esquí adaptado?
El deporte es, para todas las personas, un espacio positivo por muchas razones: nos permite conocer a otras personas con aficiones similares, nos ayuda a mejorar las relaciones sociales, fortalece nuestra autoestima y la confianza. El esquí adaptado, además, contribuye a aumentar la autonomía personal, ya que potencia la agilidad, orientación y motivación del practicante.
El deporte también implica aprender a desenvolverse en un ambiente diferente al habitual, implica esfuerzo y espíritu de superación, y todo ello da más seguridad en uno mismo. Por ello, muchos psicólogos lo recomiendan para personas con diversidad funcional.
Un poquito de historia: los primeros Juegos Paralímpicos del mundo se celebraron en Roma (Italia) en 1960 y el deporte adaptado nació en España en 1969.
Las mejores estaciones de esquí adaptado
En la actualidad son muchas las estaciones que ya permiten la práctica segura y cómoda del esquí adaptado. Pero algunas destacan especialmente para este colectivo de deportistas. Vamos a ver las mejores:
Cerler (Huesca)
Sus pistas se encuentran en el inmejorable entorno del valle de Benasque, en el Pirineo Aragonés. La estación dispone de un centro de acogida de visitantes con discapacidad, preparado al detalle para estas personas: el mostrador está a una altura baja y, evidentemente, el baño está adaptado. Ofrecen diferentes tipos de esquí para practicar este deporte bien de forma autónoma, semi-pilotado o pilotado, todo perfectamente homologado.
Por otro lado, los remontes están preparados para personas con diversidad funcional con protocolos que permiten, por ejemplo, la parada para subir y bajar de forma autónoma o con ayuda.
Además, la gran mayoría de las instalaciones están adaptadas, sin barreras arquitectónicas, para que ningún esquiador tenga obstáculos para tomarse algo en las terrazas y comentar la jornada.
Sierra Nevada (Granada)
Esta estación ofrece hasta cursos de iniciación y perfeccionamiento de esquí adaptado. Además, sus pistas acogen los entrenamientos del primer Equipo Femenino de Competición de Esquí Alpino adaptado en silla a nivel mundial. ¿Quién habla de “discapacidad”?
Grandvalira (Andorra)
La estación andorrana hará las delicias de los amantes del esquí adaptado, tanto en sus pistas, como en sus accesos y en la infraestructura hotelera y de servicios. De entrada, podemos acceder a la estación con un telecabina que tiene una rampa para ayudarnos a subir y a bajar, además de contar con la ayuda del personal si así lo necesitamos.
Grandvalira igualmente ofrece varios tipos de esquí que pueden ser pilotados por el monitor, ideal si estamos aprendiendo, o autónomos, si ya queremos lanzarnos a nuestro aire.
Los remontes también están equipados con protocolos de actuación que permiten subir y bajar con ayuda si es necesario.
La Molina (Girona)
La estación de esquí de Girona está en pleno Pirineo Catalán y nos da la bienvenida con un centro de acogida de visitantes con discapacidad. Allí nos informarán amablemente y con profesionalidad sobre cuál es la mejor manera de practicar esquí adaptado (en función de nuestra experiencia), de la existencia de rampas automáticas de subida a pie de pista, de los remontes con protocolos de actuación y de los esquís semi pilotados o pilotados.
El restaurante de la Molina está adaptado gracias a una plataforma que sube las escaleras y acerca a las personas con diversidad funcional a la zona de ocio con restaurante y a los baños adaptados.
¿Te animas a practicar esquí adaptado? Vence tus miedos, supérate y pásalo en grande.
