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Hay quien dice que en el viaje, lo importante es el camino. Pero no todo el mundo piensa igual; hay quien “va a lo que va” y no le gusta entretenerse en pequeñeces. Si eres de los que va a los sitios con un objetivo marcado, te gustará este artículo en el que visitamos estaciones de esquí a las que prácticamente se puede llegar ¡en avión!
Todas estas estaciones de esquí, que se reparten por todo el mundo, comparten la curiosa característica de estar a menos de nueve kilómetros de distancia del aeropuerto más cercano. Si lo que buscas en tu próxima escapada es ponerte las botas y los esquís y disfrutar bajando a velocidad por las laderas nevadas, apunta estos destinos donde será más difícil perderte con los entretenimientos que a veces aparecen por el camino.
Viajar en avión no es lo más económico del mundo, pero quizás te haya tocado la lotería o te apetezca curiosear a qué estaciones se puede llegar por aire…
-Courchevel, en Francia. Tiene cerca la pista de aterrizaje más alta de Europa, a nada menos que 2.000 metros de altura. Este hito, de por sí, ya merece una visita. Pero es que además forma parte de Los Tres Valles, donde se encuentra el área de esquí más grande del mundo.
-Meribel, en Francia. Seguimos en el país galo y en Los Tres Valles. Hasta aquí podemos llegar en avioneta gracias a una pista de servicio aéreo que ha incorporado y con la que se pueden contemplar unas vistas espectaculares del entorno.
-Gstaad, en Suiza. Los Alpes suizos son el destino del sueño (y de ensueño) de todo esquiador. Si te puedes permitir esta escapada, a poquísimos kilómetros está el aeropuerto con el que comparte nombre la estación de esquí y el municipio, ‘Gstaad Airport AG’. Entre sus hoteles de lujo destaca el Gstaad Palace, con una encantadora ambientación medieval.
-St. Moritz, en Suiza. Hasta esta estación de esquí se puede llegar, literalmente, volando. Eso sí, no te vamos a decir que esté al alcance de cualquiera: el aeródromo de Samedan es adonde llegan, cada temporada de esquí, decenas de aviones privados que trasladan directamente a las pistas a los personajes de las capas sociales más altas de Europa. Si tu presupuesto no llega para este viaje, siempre te puedes consolar viendo la estación en la película ‘La espía que me amó’ de James Bond.
-Veysonnaz-Nendaz, en Suiza. Seguimos en el país alpino para hablar de una estación que tiene un peculiar aeropuerto que también recibe vuelos privados de Londres y Oporto. Se trata del aeródromo de Sion, que además tiene historia: antiguamente se utilizaba como campo base para la Fuerza Aérea Suiza.
-Zell am See, en Austria. La pista de aterrizaje está a solo dos kilómetros de este resort de esquí. La estación cumple con las más altas exigencias con 135 kilómetros de pistas, entre las que destacan el área esquiable de Kitzsteinhorn, a 3.250 metros de altura.
-Aspen, en Estados Unidos. Estación de esquí por excelencia de las celebrities estadounidenses, está a solo dos kilómetros del Aspen–Pitkin County Airport.
-Revelstoke, en Canadá. Solo para exquisitos y bolsillos voluminosos: volar de Vancouver a la estación de Revelstoke cuesta en torno a los 4.500 euros. Eso sí, te deja en el corazón del país norteamericano, en el monte Mackenzie, donde están algunas de las pistas más impresionantes del mundo. No esperes chollos, aquí el esquí se paga bien.
-Telluride, en Estados Unidos. A menos de cinco kilómetros hay un aeropuerto regional que prácticamente te deja en las pistas. Recibe vuelos de Great Lakes Airlines y de chárteres privados.
