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Cosa del calentamiento global, el invierno ha durado poco y las altas temperaturas han llegado a diferentes puntos de la península. Se acerca el cierre de las estaciones de esquí, pero aún les queda cuerda. Llegamos al momento en el que podemos elegir entre ir a la playa o a esquiar a la montaña. ¿No sabes qué hacer? Te damos diez razones para esquiar en primavera.
1. Aunque no siempre es así, en esta época del año suele haber grandes espesores de nieve.
2. Es más alta la probabilidad de días soleados. Esto significa mejor visibilidad y que sea menos probable que cierren remontes por condiciones meteorológicas adversas. Es más fácil que el fin de semana salga tal y como estaba planeado y que no tengáis que cancelarlo a última hora por las malas previsiones. Unas mejores temperaturas también ayudan a que los más pequeños de la casa disfruten más el día en la nieve… más agradable así que con la cara y manos heladas.
3. Los días son más largos. La luz diurna nos da energías para seguir la jornada cuando cierran las pistas y dedicarnos a descubrir los pueblos de los alrededores o incluso hacer alguna rutita a pie si aún quedan energías. Además, es más seguro circular por la carretera, donde hay menos placas de hielo.
4. Las pistas abren y cierran con luz. Aunque pueda parecer una tontería, el cuerpo está más animado esperando el autobús para volver de las estaciones con un poquito de luz.
5. El buen tiempo y la luz nos hacen disfrutar, aún más, de los espacios de descanso y hostelería de las estaciones de esquí. Buen momento para dejarse llevar por el placer de relajarse en las tumbonas y perderse viendo el paisaje que te rodea… pero no te encantes demasiado, ¡que hemos venido a esquiar!
6. Hay más ofertas para esquiar. Se acerca el fin de la temporada y muchas estaciones ofrecen buenos precios antes del cierre.
7. Te encuentras diferentes tipos de nieve durante el día. Esto puede ser una molestia, pero viéndole el lado positivo, así mejoras tu técnica y aprendes a manejarte en condiciones diferentes.
8. Hay menos esquiadores. Las estaciones están menos masificadas y hay menos colas por todas partes. Los empleados de las pistas (desde monitores hasta el personal de las taquillas) van más desahogados, tienen mejor sentido del humor y están más conversadores. Buen momento para acercarnos a ellos si nos interesan sus historias. El ambiente de las pistas se vuelve más familiar y cercano.
9. Disfrutas más del esquí porque sabes que se acerca el final. Son las últimas bajadas de la temporada y debemos saborearlas al máximo.
10. Es un excelente complemento a la playa. No hay por qué elegir entre una cosa u otra: puedes alternar fines de semana de esquí y arena en esta época del año.
Los tipos de nieve de primavera
Como decíamos, la nieve puede cambiar mucho durante los meses de primavera. Vamos a hacer un breve repaso de lo que nos podemos encontrar a partir de marzo: desde la apertura hasta el medio día, habitualmente hay “nieve dura”, ideal para los expertos y menos recomendable para los esquiadores principiantes.
Del medio día hasta la hora de comer, la nieve de la superficie de torna más blandita (capa de 2-3 centímetros) y es un placer esquiar por ella. Por último, a partir de las 14.30h hasta el cierre de las pistas, la nieve vuelve a estar dura y granulada, frena y bloquea, y cansa mucho.
¿Te hemos convencido para esquiar en primavera? Busca ofertas, que seguro que no te arrepentirás. ¡Aquí te proponemos algunas irrechazables para esquiar durante el Puente de San José!
