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Toda aventura tiene un riesgo. Podemos dejar nuestra salud al azar o prepararnos para evitar aquellas lesiones que nos pueden perjudicar la temporada. Estamos acabándola y, quizá, sería bueno recordar cuáles son los riesgos y cómo podemos entrenarnos para reducirlos. En esqui.com tenemos mucha experiencia, pero no somos médicos. Así que ante la duda, siempre es bueno acudir a ellos o a vuestro fisioterapeuta de cabecera. Con esta entrada queremos advertiros de la lesiones más comunes para que os concienciéis… ¿empezamos?
-Roturas de menisco: las rodillas sufren mucho. Casi un 40% de las lesiones por esquí son de este tipo. Las roturas meniscales y de ligamentos (cruzado anterior el más frecuente), son complicadas de operar y de recuperarse.
-Los hombros se lesionan más de lo que nos pensamos: son típicas las fracturas de clavícula, las luxaciones y los desgarros musculares del manguito rotador.
-Lesiones de tronco: la pelvis, las costillas y las vértebras suelen fracturarse con los impactos o la caída fuertes. Cuidado con esquiar fuera de pistas, estas son las consecuencias negativas más frecuentes.
-Una rotura de un importante ligamento estabilizador, el pulgar del esquiador, suele producirse por un tirón de la correa del palo de esquí cuando se engancha en el dedo. Parece una tontería, pero requiere operación quirúrgica.
-El snowboard nos trae sus particulares problemas. Veamos como los traumastismos craneofaciales y las fracturas de muñeca son habituales en esta modalidad.
- La calidad de la nieve. Es más fácil caerse si ésta no nos ofrece un estado óptimo.
- Moverse fuera pistas. Sólo practicar ésta modalidad si dominamos los esquís y la tabla. Hay muchos factores que no se controlan en esa zona.
- Hacer el loco en los snowparks. Las barras y los obstáculos no están acolchados. Cuidaros de hacer locuras si no domináis vuestro material y habilidades.
- Una forma física no muy buena. Si estáis a tope, reaccionaréis mejor a los peligros y aguantaréis mejor los impactos típicos del deporte.
- La edad: no descubrimos nada. Contra más mayor, la posibilidad de lesión por el mismo hecho o movimiento es mayor.
- La inexperiencia: si no sabes, no controlas, y si no controlas, las lesiones vienen solas. Mejor esquiar con precaución y coger confianza poco a poco.
No ofrecemos milagros, eso debéis tenerlo claro. Pero sí que apuntamos algunos consejos para que reduzcáis esos factores de riesgo que os acechan cada vez que os calzáis los esquís…
Primero de todo, una buena técnica ayuda a dominar vuestro material y las circunstancias adversas que os podéis encontrar por las pistas. Esas condiciones pueden pasar por entrenar o consultar/contratar un buen instructor.
Luego, es importante que vuestro material sea adecuado y de calidad (el casco debería ser obligatorio) y, por supuesto, una buena preparación física os permitirá disfrutar más de las jornadas sobre la nieve. Eso exige, por supuesto, hacer ejercicio todo el año. Consultad nuestras entradas del blog dedicadas a cómo entrenar para rendir mejor en las pistas (entra primera y segunda). Es importante que, si tenéis molestias o pensáis que vuestro cuerpo ya no puede más, ceséis la actividad o descanséis un poco. Una buena alimentación, por supuesto, es básica los días de ejercicios. Bueno, ¡siempre!
Junto a la preparación física, calentar y, luego, estirar preparan y relajan respectivamente el cuerpo para el ejercicio y reducen sus consecuencias. Ah, muy importante, ¡no beber alcohol antes de realizar ejercicio ni la noche anterior! Mejor ir descansados a las pistas, ¡eso aumentará tu capacidad de reacción y de estar alerta ante las adversidades!
Como habréis visto, son consejos de sentido común pero que casi nadie lleva a cabo. Así que no seáis perezosos, entrenad, cuidaros y, importante, ante la duda o ante molestias o dolores, acudid al médico.