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Se trata de una técnica de esquí que no es nueva, sino que tiene casi 200 años. Aunque ha tenido sus momentos de desplome y es una de las modalidades más desconocidas y exigentes, aún se sigue practicando. Vamos a conocer qué es el Telemark.
Un poco de historia del Telemark
Como decíamos, esta técnica nació allá por el año 1825 y la popularizó el esquiador noruego Sondre Norheim, considerado el padre del esquí moderno. Su nombre tiene poco de original. Norheim creció en la provincia de Telemark, en Noruega, y así bautizó esta modalidad que se basa en hacer giros sobre las tablas de esquiar.
Alcanza gran popularidad a finales del siglo XIX gracias a las competiciones que se van extendiendo, y es que el Telemark es muy visual y espectacular. Poco a poco fue entrando en declive y no se retomaría hasta los años 70, cuando resurge en Norteamérica. Los esquiadores se sienten atraídos por una modalidad que da más libertad de movimiento y que supone un desafío mayor.
¿Cómo se practica el Telemark?
Volvemos a la pregunta del principio: ¿Qué es el Telemark? El elemento diferenciador más importante de esta técnica es que el talón de la bota no está fijado al esquí. De esta manera, prácticamente hay que arrodillarse sobre los esquís para poder realizar los giros.
En cuanto a la postura, las piernas deben doblarse de manera que las rodillas queden más avanzadas que los dedos de los pies. Las manos se llevan al frente y se levanta la cabeza, aunque manteniendo la espalda algo curvada, como si se estuviera abrazando a otra persona desde lejos.
Para realizar los giros, hay que deslizarse con los esquís paralelos y separados a una distancia similar a la anchura de los hombros. Para girar a la izquierda, se apoya el bastón izquierdo en la nieve, delante del esquiador; entonces se retrasa el pie izquierdo hasta situarlo por detrás de la cadera, se levanta el talón y se desliza hacia delante el pie izquierdo. El giro se compensa hundiéndose levemente por el centro de los esquís, doblando tobillos, rodillas y caderas. Es importante repartir bien el peso y posicionar el tronco en la dirección de la pendiente.
¿Es lo mismo el Telemark y el esquí alpino?
Es cierto que ambas modalidades tienen muchas cosas comunes. Vamos a centrarnos en lo que les diferencia. En el esquí alpino, la contracción del cuádriceps es bastante menor, aunque tiene que soportar más presión, y se cogen velocidades superiores. Por el contrario, el Telemark es más un gesto deportivo, donde la clave está en la plasticidad y en la fluidez del movimiento.
Si desde fuera nos fijamos en ambas disciplinas, veremos rápidamente las diferencias en la distribución del paso, en la manera en cómo se van alternando las piernas o en el gesto de más contrarrotación que se aprecia en el Telemark. Seguramente lo que más llama la atención entre ambas disciplinas es que el movimiento del esquiador alpino se realiza de forma lateral, y en el Telemark, se adopta una postura de genuflexión.
Hablemos del material. Para practicar el Telemark, se utilizan unos esquís más anchos que los del esquí alpino y más ligeros que los que se usan en el esquí de montaña; por otro lado, los bastones son más largos. Sobre las botas, son muy parecidas a las de montaña y las más recomendadas son las de suela semiflexible.
Es destacable recordar que en febrero de 2011 se celebró el FIS World Cup Telemark en la estación de esquí de Espot (en Gran Pallars), que también acogió en las mismas fechas el Campeonato de España Telemark. Posteriormente, se han seguido celebrando estas competiciones en la misma estación catalana.