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Te apasiona el snowboard, ya lo has probado varias veces y lo tienes claro. Has tomado la decisión: te vas a comprar una tabla de snow. Ahora bien, quizás te asaltan algunas dudas a la hora de elegir la más conveniente para ti. Intentaremos guiarte en este artículo para que te decantes por una tabla de snow duradera y adaptada a tus intereses. Corre, ¡que empieza la temporada de nieve!
Depende de tu nivel de snowboard
En primer lugar, hay que decir que las tablas -como prácticamente todo el material deportivo- tienen diferentes calidades y características que dependerán de tu nivel de snow. Lógicamente no te vas a comprar un “ferrari” de tabla si apenas lo has practicado un par de veces; ni sabrías sacarle todo su potencial ni sería lo más apropiado para tu bolsillo.
Por eso, si estás empezando, lo mejor es apostar por una tabla polivalente. Te permitirá dar tus primeros pasos algunas temporadas hasta que decidas qué modalidad te gusta más y optes por invertir más dinero en la tabla. Damos por hecho que ya has probado el snow previamente alquilando el material.
¿En qué estilo de snow estás más cómodo?
Si consideras que ya tienes un nivel intermedio, entonces ya has logrado más estabilidad y equilibrio y te conoces mejor sobre la nieve. Toca buscar una tabla que se adapte a tus gustos: ¿freeride, freestyle o all mountain? Deberás fijarte en detalles técnicos…
-La medida de la tabla: depende de la altura y peso del deportista. Debe medir unos 20 centímetros menos que tú o llegarte a la altura de la barbilla si la pones de pie. No obstante, también hay que tener en cuenta el peso; déjate asesorar en la tienda. Igualmente es importante la medida del pie: ni la parte delantera ni el talón deben sobresalir nunca de la tabla.
-Las formas y las curvas: la curvatura de la tabla es importante e irá determinada por el modelo de snowboard que quieras practicar. Las de tipo ‘camber’ son las más tradicionales y las que dan más velocidad y estabilidad; en cambio, las tablas ‘rocker’ se caracterizan por tener una curvatura invertida (como un plátano) y son más apropiadas para maniobrar y hacer piruetas en un snowpark. También podemos optar por las ‘camber zero’ o ‘flat’, sin curvatura.
-Las fijaciones: las hay blandas (para principiantes), duras y step-in. Como decíamos, para empezar, opta por una tabla polivalente tipo ‘all mountain’, de gama media, que no sea ni muy dura ni muy rígida.
Prueba la tabla de snow
Deberías hacer algunas pruebas con tu nueva tabla antes de comprarla. ¿Cómo? ¿Nos la llevamos a las pistas y luego volvemos a la tienda? Evidentemente, no. Pero sí podemos encontrar muchos tests organizados por fabricantes en las estaciones de esquí. Otra opción es alquilar un determinado modelo para probarlo.
Experimenta sobre todo con lo que señalábamos antes: con las diferentes curvaturas que puede tener una tabla de snow. Así sabrás con qué estilo te encuentras más cómodo. En cualquier caso, la mejor opción siempre es ir a una tienda especializada: allí hay personal cualificado que te puede asesorar, un valor añadido que no te ofrecen las tiendas de material online.
¿Qué debe costar la tabla de snow?
Para que te orientes, una tabla con buen precio para empezar a practicar snowboard debería costarte alrededor de 170 euros. Si el precio es mucho mayor, quizás estés comprando por encima de tus posibilidades; en cambio, si la tabla es mucho más barata, seguramente te están dando gato por liebre y la calidad es demasiado baja. Aún así, en los outlets puedes encontrar buenas gangas.
