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Nadie se salva de una caída en la nieve, esquiando, que puede acabar perjudicándonos más de lo que debería si no seguimos unas pautas de seguridad. Los novatos pueden lesionarse fácilmente por no conocer las técnicas y posturas correctas, pero los veteranos también, ya sea porque sufren caídas más aparatosas -porque se embarcan en pistas y retos más complicados-, ya sea por descuidos, exceso de confianza o malos vicios que han perdurado en el tiempo.
Vamos a ver una serie de 10 consejos para esquiar sin lesiones, o al menos, reducirlas al máximo, y así disfrutar a tope tu experiencia en pistas.
1. Practica deporte con regularidad. Vamos, que no vayas a esquiar en temporada y el resto del año te lo pases en el sofá o en la playa con un mojito. Normalmente al esquiador le gusta la montaña y el deporte en general, por lo que no hace falta ni decirlo… pero a quien solo le guste esquiar: toca moverse un poco el resto del año para aumentar la resistencia física y fortalecer los músculos. Piensa que la fatiga también provoca lesiones. ¿Qué hacer? Desde senderismo hasta ciclismo o natación. ¡Tú eliges!
2. Coge una técnica adecuada. Muchos esquiadores avanzados tienen algunos malos vicios porque en su día no dieron clases con un monitor especializado. Si es tu caso, es el momento de solucionarlo: también hay clases para veteranos en las estaciones de esquí. Nunca sobra perfeccionar la técnica.
3. Usa un material adecuado. Eso implica usar una ropa ideada para la práctica del esquí, protecciones (casco, gafas contra los rayos UVA…), que los esquís estén en un buen estado… Recuerda ponerte las botas y las fijaciones como toca. Un especialista te ayudará a afinar mejor.
4. ¡Utiliza protector solar! Sí, no estamos en la playa y es invierno, pero no hay que subestimar el efecto dañino del sol en las alturas. Usa una crema con factor de protección igual o superior a 50 en las estaciones de esquí.
5. Consulta la previsión meteorológica. Fundamental para evitar lesiones y accidentes evitables. Piensa que el frío intenso da más sensación de cansancio, lo que se traduce en tener menos capacidad de reaccionar con agilidad ante imprevistos. También es muy importante consultar el riesgo de aludes si piensas hacer skimo.
6. Calienta antes de salir. Los estiramientos y ejercicios de calentamiento que tanto nos aburrían en las clases de educación física en el colegio no son gratuitos, sirven para algo: ayudan a desentumecer el cuerpo, te harán sentirte más enérgico y ayudan a prevenir lesiones porque preparas los músculos para el deporte. Activa brazos, hombros, tronco y tren inferior.
7. Elige pistas de tu nivel. Parece obvio, pero todos sabemos que -especialmente las personas de carácter competitivo- muchos se lanzan a pistas con un nivel por encima del suyo. No busques avanzar demasiado rápido, o te lesionarás. Y avanza de forma progresiva: de pista verde a azul; dentro de las azules, ve eligiendo las que se van complicando; de ahí a una roja sencilla… no des un salto entre niveles demasiado brusco. Domina las pistas, poco a poco, saboreándolas y disfrutando. Al final, vamos a una estación de esquí a pasarlo bien, no a subir a un pódium.
8. Hidrátate bien en pistas. Se nos olvida porque el frío no nos da sensación de sed o no bebemos tanta agua como deberíamos por pereza. Pero hay que hacerlo porque beber con regularidad (más frecuencia que cantidad) reduce la fatiga y el riesgo de mareos.
9. Aprende a caer. Al principio decíamos que todos nos caemos: pues hay que aprender a hacerlo. Mantén las rodillas ligeramente flexionadas y la columna vertebral recta; de esta manera, disminuirás el impacto contra el suelo y reducirás el riesgo de sufrir una lesión o su gravedad. Igualmente, relaja los músculos e intenta amortiguar la caída con las manos.
10. Contrata un seguro de esquí. Nunca está de más por lo que pueda pasar. Si eres asiduo, puedes optar por la federativa.
