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Cómo elegir las pieles de los esquís

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Esqui.com

Cómo elegir las pieles de los esquís

 

Los amantes del esquí de travesía ya saben de qué hablamos. Las pieles de foca son imprescindibles para subir las pendientes -¡antes de bajar hay que subir!- sin deslizarnos hacia atrás. Estas están formadas por una parte adhesiva que se pega a la suela del esquí y por otra parte de fibra que es la que entra en contacto con la nieve y nos proporciona el agarre necesario.

En este artículo encontraremos una guía rápida para ponernos al día y saber cómo elegir las pieles de los esquís.

 

¿Pieles de pegamento o pieles autoadhesivas?

Tradicionalmente se utilizaban las primeras, las pieles de pegamento, en el esquí de travesía. Para colocarlas se cubren las suelas de los esquís con una buena base de pegamento.

¿Inconvenientes? Que cada cierto tiempo hay que reforzar el pegamento. Además, hay que guardarlas en mallas especiales y procurar que no se peguen entre sí por los restos que llevan. Además, aplicando el pegamento se nos pueden llenar las manos de este componente… lo cual siempre es algo incómodo.

La segunda opción, más moderna, son las pieles sin pegamento o autoadhesivas. Los fabricantes evolucionaron para solucionar las incomodidades que suponían sus predecesoras con unas ventosas moleculares de acrílico o silicona.

Estas son más fáciles tanto de usar como de mantener, ya que no exigen que se encolen de nuevo. Tampoco ensucian las manos cuando las manipulamos y se guardan fácilmente en la mochila o en el bolsillo de la chaqueta, doblándolas. Además, son fáciles de lavar después de un día de esquí: basta con agua tibia. El único inconveniente: son más caras (pero más prácticas, claro).

 

¿Qué fibras elegir?

Entramos en otro mundo de las pieles de los esquís: los tipos de fibras que existen. Aunque las seguimos llamando “pieles de foca” por tradición, en las modernas suelen emplearse cada vez más las fibras sintéticas.

-Pieles de foca de mohair. Es una lana de cabra que ofrece una gran calidad de deslizamiento hacia adelante y un eficaz efecto antirretroceso. El problema es que son frágiles, se desgastan muy rápidamente y pueden acumular nieve en las fibras, lo que las hace más pesadas. Así, necesitan un mantenimiento regular.

-Pieles de foca sintéticas. Son muy resistentes pero disminuye su calidad de deslizamiento. También son más baratas y ligeras, ideales para empleos muy específicos.

-Pieles de foca mixtas de mohair y sintéticas. Aquí se junta lo bueno de cada casa: los fabricantes buscan un equilibrio entre buena calidad de deslizamiento y antirretroceso con durabilidad. Son, seguramente, la mejor opción de la actualidad si no les vas a dar un uso muy profesional o específico.


¿Cómo elegir las pieles de los esquís?

Volvemos a la pregunta inicial antes de cerrar esta guía rápida. En primer lugar, debes tener en cuenta el tamaño de tus esquís: aunque algunos fabricantes las hacen a medida, seguramente te tocará recortarlas, así que deja unos milímetros adicionales de ancho para facilitar después su colocación.

Por otro lado, las de un tipo u otro dependerá del esquiador que seas. Así, los competidores optan por pieles de pegamento y la fibra se adaptará al tipo de nieve y a la prueba; los esquiadores regulares, apuestan por fibras mixtas y pieles de pegamento; los ocasionales pueden tirar por pieles autoadhesivas, más versátiles, y fibra 100% mohair; los que se están iniciando, mejor que lo hagan con pieles de foca autoadhesivas y de fibra mixta, para facilitar las tareas.

 


 

 

Con estos consejos básicos para elegir las pieles, ya estás preparado para disfrutar del esquí de travesía. Recuerda practicarlo con toda la seguridad y consultando siempre el parte meteorológico y el riesgo de aludes. ¡A disfrutar!

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