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¿Quién no ha esquiado nunca en Andorra, o al menos no ha querido ir a esquiar alguna vez allí? Es uno de los paraísos más cercanos que tenemos para practicar nuestro deporte invernal favorito. Todas sus estaciones de esquí cuentan con muchos atractivos, como muchísimos kilómetros esquiables, gran diversidad de pistas, personal profesional…
Sin duda, hay algunas pistas, tanto fáciles como difíciles, que destacan sobre el resto por sus paisajes, su trazado, sus saltos de vértigo… Vamos a adentrarnos en las mejores pistas de esquí de Andorra. Las hay para todos los niveles.
Comenzamos con los trazados pensados para debutantes. Eso no significa que debamos menospreciarlos o pensar que son aburridos.
-Megaverda (Arcalís). Se trata de la pista de esquí pensada para principiantes más larga que encontraremos en todos los Pirineos. Tiene un total de 8 kilómetros de longitud y recorre la totalidad de la estación desde el punto de vista vertical: parte de la parte más alta, Les Portelles (a 2.562 metros), y llega hasta su cota más baja, L’Hortell (a 1.940 metros). Tiene varios giros y zonas rectilíneas, lo que la hace ideal para comenzar a avanzar sobre los esquís e ir cogiendo práctica.
-Rossinyol (Grandvalira). Perfecta para subir un poco el nivel. Es una pista azul que baja de Portella (a 2.465 metros) por el sector de Canillo. Es un trazado bastante largo que concluye en el Forn, a 2.000 metros, una zona con diferentes servicios. El trazado es sinuoso y algo estrecho, más que la mayoría de las pistas verdes, y va alternando giros a izquierda y a derecha. El paisaje es precioso, ya que la mayor parte transcurre por bosque. Como decimos, una azul interesante para perfeccionar la técnica antes de pasar a las rojas.
Seguimos con algunas propuestas solo aptas para esquiadores avanzados y veteranos.
-Àliga (Grandvalira). Esta pista se encuentra en el sector de El Tarter, es roja y negra en algunos puntos, y supera 775 metros de desnivel en 2,7 kilómetros. Se trata de un trazado bastante ancho en el que te lo pasarás a lo grande con sus muchos cambios de pendiente, que alternan con zonas llanas, exigentes curvas y saltos (como el “salt del gall”, solo para esquiadores avanzados). Tiene orientación norte, lo que garantiza unas buenas condiciones de la nieve.
-Avet (Grandvalira). Esta mítica de Andorra la encontraremos en el sector de Soldeu. Se trata de una pista negra que podemos tomar buscando la adrenalina. Tiene interesantes rampas en su descenso y buen muro. Parte de la zona de Espiolets, a 2.250 metros de altura, y acaba en la cota más baja del sector, a 1.800 metros, donde están todos los servicios.
-Miquel (Grandvalira). Está en el sector El Tarter y aunque es roja, muchos la consideran, más bien, “roja-oscura”. Esto es porque tiene un primer muro algo complicado para lo que es necesario tener nivel en el esquí. Parte de los 2.500 metros de altitud y desciende 460 metros de desnivel.
-Portella del Mig (Arcalís). Es una pista roja muy interesante que parte de los 2.550 metros de altura y desciende hasta los 1.950 metros, con una longitud de 2,4 kilómetros, superando 600 metros de desnivel. Tiene una orientación este en todo su recorrido y una anchura media de 40 metros, excepto en su inicio, que es algo complicado, y continúa por zonas de curvas con bastante pendiente, lo que la hace muy entretenida. Finaliza en una zona recta y ancha. Se trata de una de las pistas clásicas de Arcalís, que no te debes perder, pero eso también significa que suele estar bastante concurrida.