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El esquí de fondo es una práctica deportiva que realmente se originó hace miles de años en el norte de Europa como una forma más de desplazamiento durante los fríos inviernos y con buena parte del territorio completamente nevado. De una idea práctica para resolver un problema (el transporte), hoy tenemos un deporte invernal bastante popular. Descubrimos qué es y dónde podemos practicarlo.
El esquí de fondo, que también se le conoce como esquí nórdico, se trata de un deporte aeróbico consistente en desplazarnos sobre la nieve en terrenos llanos y con poca pendiente, o algunas pronunciadas pero cortas en distancia. Un poco lo contrario al esquí que habitualmente se practica en pistas: con largos descensos y con inclinaciones empinadas en el caso de los trazados rojos y negros.
Así que el esquí de fondo se basa, más que en el descenso, en el deslizamiento. Con esta práctica se recorren bosques y caminos alejados de las masificaciones de otros espacios. Este deporte cuenta con un bajo riesgo de lesiones -al menos, inferior al del esquí alpino-, porque los talones no van fijos, por lo que tienen más libertad, de manera que solo queda sujeta la puntera de la bota. Es ideal para dar un bonito paseo en entornos salvajes.
Muchas estaciones de esquí cuentan con itinerarios especiales para los amantes del esquí de fondo, que suelen preferir recorridos menos transitados y que se adentren en la naturaleza salvaje. Estos son algunos de los mejores destinos.
En Andorra no faltan las propuestas para practicar esquí nórdico en un entorno espectacular. Grandvalira no es solo un paraíso para los amantes del esquí en pistas; quienes prefieren algo más auténtico pueden dejarse llevar por las excursiones e itinerarios de esquí de fondo en el sector de Grau Roig.
Otro gran destino para practicar esquí de fondo es el Pla de Beret, en plena estación de esquí de Baqueira-Beret, en el Pirineo catalán. Aquí dispondrás de 7 kilómetros llanos y sencillos para iniciarte en esta práctica. Perfecto para quienes van a esquiar en pistas y quieren cambiar algún día por esta disciplina más reposada. Precisamente aquí es donde tiene lugar la carrera más importe de esquí nórdico de España: Marxa Beret.
En la estación de La Molina encontraremos hasta cinco itinerarios diferentes para practicar esquí de fondo: Mainadera 2, Polvorí, Tub Olimpica, Marmotes y Xicoies. Entre todas suman unos 16 kilómetros y todas tienen unos desniveles muy modestos, ideal para aprender.
Si vas a esquiar al Pirineo aragonés, en la estación de Candanchú encontrarás el mayor circuito de esquí de fondo de España. En el llamado “espacio nórdico de Candanchú” se encuentra en un lugar muy especial: en el circo de Rinconada y la ciudad de Piedra. Tiene tres trayectos de 2’5, 5 y 7’5 kilómetros que están balizados para recorrerlos con toda tranquilidad y seguridad. Además, cuenta con el único estadio de biatlón de España.
Cerca de Cerler, la mejor estación de esquí nórdico está en Llanos del Hospital, a 13 kilómetros de Benasque. Cuenta con tres rutas diferenciadas que suman hasta 30 kilómetros esquiables: Plan del Hospital (verde), Plan de l’Estan (azul) y Plan de la Besurta (roja).
En el sur, en Sierra Nevada, la estación de esquí también ha diseñado una pista de esquí nórdico al lado de la estación inferior del telesilla Virgen de las Nieves. Está a 2.500 metros de altura y no es necesario tener forfait para acceder a esta pista. Además, cuenta con una zona de servicios contigua, con área de aparcamiento y restauración.
Cerca, también en Granada, se encuentra el Puerto de la Ragua con cuatro circuitos de diferente dificultad y un total de 16 kilómetros.
