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Te pasó el año pasado, y está a punto de volver a ocurrir. Te lo pasaste genial en la primera escapada a la nieve de la anterior temporada, pero acabaste hecho polvo porque no te habías preparado físicamente. Y ahora que han llegado las primeras nevadas, te das cuenta que está a punto de volver a ocurrir.
Pues nosotros no estamos dispuestos a permitirlo. Te vamos a dar unos pequeños consejos para que te pongas en forma y no acabes con la lengua fuera tras la primera bajada por la pista.
BICICLETA, FOOTING, NATACIÓN...
Todo esquiador debe tener una buena forma física general. Salir a correr (o running, cómo se le llama ahora), ir en bicicleta o hacer natación nos ayuda a tener fondo y, evidentemente, a aguantar el ritmo de una jornada de esquí intensa.
En este caso, montar en bicicleta es un ejercicio ideal porque fortalece las piernas y eso nos vendrá de perlas. En el caso de que lo hagáis sobre bicicleta estática, realizad sesiones de 45-50 minutos con cambios de ritmo incluidos. Si os subís en una bici de montaña, dos horas sobre ella a la semana serán suficientes.
PIERNAS
Un esquiador sin buenas piernas es como un cocinero sin gusto: no tiene nada que hacer. Está claro que los músculos que usamos principalmente son los cuádriceps, pero no por ello hay que olvidar el resto de la pierna: glúteos, isquiotibiales, femorales y gemelos.
Algunos ejercicios para hacer piernas son las clásicas sentadillas o saltos en banco: saltar sobre una superficie que esté por lo menos a la altura de nuestras rodillas, y después dejarse caer. Muy importante también para evitar las típicas agujetas de gemelos de los primeros días es realizar estiramientos: no sólo ahora que nos estamos preparando, sino también durante la temporada antes y después de cada sesión de esquí.
ABDOMINALES
Estaréis de acuerdo que la posición de la espalda es vital a la hora de descender por las pistas. Adoptar una postura correcta depende también del trabajo que hayamos hecho de la musculatura paravertebral, o lo que es lo mismo, del trabajo que hayamos hecho con nuestros abdominales.
No se trata tampoco de que de repente tengamos una tableta de chocolate digna de "Los vigilantes de la playa", sino que los abdominales sean lo suficientemente fuertes para poder mantener una correcta posición y evitar lesiones. Podemos hacer varios ejercicios diferentes, pero tened en cuenta que si se realizan con cierta lentitud obtendremos mejores resultados.
ESPALDA
Ya hemos hablado de la necesidad de mantener una postura correcta. Los músculos de la espalda no trabajan tanto como los de las extremidades inferiores, pero sí es cierto que son propensos a sufrir lesiones. ¿Y no querréis perderos parte de la temporada por una caída tonta, verdad?
El deltoides anterior es nuestro objetivo. Hacer repeticiones unas dos veces por semana con un peso que se ajuste (entre 2 y 5 kg., por ejemplo) nos ayudará a tener unos hombros fuertes. Y aunque parezca que este ejercicio va más dirigido a esquiadores que a snowboarders, no está de más que los últimos también lo hagáis.
PROPIOCEPCIÓN
No, nos hemos inventado la palabra. Según Wikipedia, es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos. Cuando esquiamos forzamos articulaciones como la rodilla, y ese sentido es el que nos dice si el esfuerzo realizado está siendo demasiado.
Para entrenar este aspecto, podemos hacernos con una fitball para realizar diversos ejercicios, como sentadillas o isométricos. Pero si no disponemos de una no pasa absolutamente nada, ya que podemos realizar otros ejercicios como el split, por ejemplo.
REFLEJOS
Agilidad y capacidad de reacción son dos habilidades que el esquiador y el snowboarder debe tener. Los deportes de nieve se desarrollan en un entorno variable que requieren de gran capacidad de improvisación: desde un esquiador novato que se nos cruza hasta una placa de hielo inesperada, hay muchos factores que pueden afectarnos.
¿Y cómo entrenarse para esto? Pues muy sencillo: practicar deportes de equipo (tipo baloncesto, pádel, tenis...) dónde debemos estar atentos a las actuaciones de nuestros adversarios, de los miembros de nuestro propio equipo así como del balón en juego.
Ahora ya sabéis lo que debéis hacer para llegar en plena forma al primer día de esquí de la temporada. Nosotros ponemos la teoría, ahora los que tenéis que levantaros del sofá... ¡Sois vosotros!
FOTOS: Jon Wick y Zach Dischner