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Qué ver en Benasque

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Qué ver en Benasque

¿Has decidido ir a esquiar a Aramon Cerler? Esta estación de esquí es considerablemente grande. Tiene un dominio de 80 kilómetros, en los que encontramos 72 pistas tanto para debutantes como para expertos, en una cantidad bastante equilibrada: 10 pistas verdes, 19 azules, 27 rojas y 16 negras. Además, hay un itinerario de skimo, snowpark para los amantes del freestyle y un circuito especialmente preparado para ir con moto de nieve.


Una de las cosas que más nos gusta de Cerler es que se encuentra en el valle de Benasque, que es precioso, nos lanza muchos planes para las horas del après-ski y tiene un ambiente de montañeros de lo más animado. ¿Qué podemos ver en Benasque? Toma nota, porque te faltarán días en tu escapada a la nieve en el Pirineo Aragonés para llegar a todo. Aquí tienes 10 destinos y planes para ver y hacer en Benasque.

 


 

Los mejores planes en Benasque


1- ¡Visitar Benasque!

Una propuesta que tenéis al alcance de vuestra mano, tanto si os alojáis en Benasque como si lo hacéis en el pueblo vecino de Cerler. Este municipio pintoresco que atrae a miles de aficionados a la montaña todos los años, tanto en invierno como en verano, tiene muchos atractivos. Allí podemos visitar algunos edificios históricos de interés como el Palacio de los Condes de Ribagorza, en la calle Mayor, de estilo renacentista con piedra y elegantes ventanales; la Casa Juste, que data del año 1567, y que es un castillo declarado Bien de Interés Cultural (BIC); o la Iglesia de Santa María la Mayor, en la plaza del Ayuntamiento, y que es la iglesia más emblemática de Benasque y es originaria del siglo XI. Un simple paseo por el pueblo, sus bares y tiendas ya tiene mucho encanto.


2- Rutas por el Parque Natural Posets-Maladeta

Aquí se encuentran algunos de los picos más emblemáticos de los Pirineos, como el Aneto, el Posets o el Maladeta, todos ellos con más de 3.000 metros de altitud. Estas ascensiones son siempre un gran atractivo para los montañeros, tanto en verano como en invierno (en esta época hay que tener un nivel alto e ir con el equipaje adecuado). Recuerda que estas cimas requieren todo el año material especial como crampones. En esta parte de los Pirineos tampoco faltan rutas más adecuadas para los menos preparados y para ir con niños, por ejemplo, acercarse a la cascada del Bom o de Ardonés, que es una hora de ida y vuelta y apenas 80 metros de desnivel. 


3- Visitar Cerler

Lo tenéis a tiro de piedra si esquiáis en su estación. Como curiosidad, Cerler es el pueblo más alto del Pirineo Aragonés y, si bien no es muy grande, es de lo más pintoresco. Tiene un casco antiguo modesto, pero muy bien conservado, con una iglesia muy bonita y varias casas nobles que datan del siglo XVI. Si buscáis una buena foto, hay un mirador muy interesante del valle de Benasque y desde donde divisaréis los pueblos de Benasque y Eriste. 


4- Visitar Anciles (o Ansils)

 Otro bonito pueblo que no tenéis que dejar de visitar si vais a esquiar a la estación de Aramon Cerler. Pertenece al municipio de Benasque y muestra la arquitectura autóctona de la Ribagorza, con casas solariegas de piedra construidas entre los siglos XVI y XVIII. Aquí también podremos acercarnos a una bonita iglesia de origen románico conservada a la perfección. Si nos animamos, podemos hacer un agradable sendero caminando entre Benasque y Anciles: está a 2 kilómetros de distancia (es decir, una hora entre ida y vuelta).


5- Restaurantes en Benasque

Un plan que no puede faltar en nuestro viaje a este valle es degustar su deliciosa gastronomía autóctona. En el pueblo de Benasque destacan restaurantes como La Parrilla, el asador El Fogaril y El Veedor de Viandas, todos ellos con carnes espectaculares. En el pueblo de Cerler, es parada obligatoria La Borda del Mastín, que está montada en un antiguo establo de piedra y donde podremos degustar carne de buey de gran calidad; apuntad también el local Paralelo, más divertido, y la brasería El Rincón. En Anciles encontraremos el restaurante Ansils, para comer platos típicos de la zona.


6- Visitar el Balneario de Benasque

Visitar, que no entrar, porque cerró sus puertas de manera definitiva en 2019 por falta de viabilidad económica después de haber funcionado desde el siglo XIX. El spa que era el más alto de España, hoy es un edificio curioso de ver desde fuera y que no está exento de polémica: a veces sale en las noticias porque lo saquean y también es conocido por sus leyendas populares, como que sus aguas brotan a 37 grados porque el diablo encerró a sus lacayos ahí harto de que no siguieran sus órdenes, los convirtió en piedra y les prendió fuego. Si nos hemos quedado con ganas de relajarnos, siempre podemos acercarnos al balneario de Panticosa.


7- Vivir una experiencia gastronómica y deportiva exclusiva

Es lo que nos propone El Rincón del Cielo en la estación de esquí de Cerler: subiremos a un mirador con vistas panorámicas a los picos más altos de los Pirineos, contemplaremos la puesta del sol en ellos con una copa de champán, merendaremos en la pizzería El Bosque y haremos un descenso nocturno esquiando con la única luz de la luna y de nuestros frontales.


8- El sendero botánico Gorgas de Alba

Se trata de una ruta que no puede faltar a nuestra escapada al valle de Benasque y que es asequible para todos los públicos, también para los que viajan en familia. Poneos un calzado cómodo y recorrer este camino circular que pasa por bosques de hayas, junto a un río salvaje, y que acaba en las cascadas del río Esera, también conocidas como Gorgas de Alba. Son solo 2,5 kilómetros en total y 130 metros de desnivel. Comenzaremos al lado del Hotel Turpi y a un paso moderado lo podemos hacer en alrededor de una hora.


9- Visitar Sahún

Si es conocido por algo este pueblo del valle de Benasque es por sus "falles", una fiesta del fuego de carácter popular porque se hace para celebrar el solsticio de verano. De hecho, está declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Si vas en invierno, no podéis dejar de dar un paseo por sus calles pintorescas, donde destacamos la iglesia románica de San Juan Bautista y casas con arquitectura pirenaica típica. Y ya que estáis por aquí, no os perdáis una visita al Santuario de Nuestra Señora de Guayente, que veremos a apenas un kilómetro en dirección a Eriste.


10- Fiesta en Remáscaro

 No nos vamos a engañar: un viaje a esquiar no es lo mismo sin la fiesta del après-ski. Y en la estación de Aramon Cerler tenemos una visita imprescindible si queremos movernos al ritmo de la música en directo y de los mejores Djs. Remáscaro Après-ski abre todos los días y allí conoceréis a gente con, al menos, un interés común: el esquí. No obstante, recomendamos ir un jueves o un viernes, que es cuando se organizan fiestas sorpresa, y los sábados, que es cuando se celebran las mejores sesiones de baile con DJ residentes y artistas invitados.

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