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stáis planificando vuestro viaje de esquí y estáis reservando el hotel con el... ¿Forfait? ¿Forfet? ¿Forfite? ¿Forfeit? ¿Forfair? Sabemos de qué estamos hablando: del pase que nos permite acceder a los remontes de la estación de esquí. Pero seguro que en más de una ocasión nos hemos encontrado discutiendo con alguien sobre cómo se dice, ya sea tomando unas copas con los amigos o conociendo a otros esquiadores en las horas del après-ski. ¡Y menudo jaleo si el resto, encima, son de otros países y lo pronuncian de otra manera!
Así que vamos a poner un poco de orden y a salir de dudas (al menos, respecto a cómo se dice la dichosa palabra en castellano). Y ya que estamos, haremos un repaso histórico a este acompañante indispensable en nuestra escapada a la nieve, cómo ha evolucionado y lo que nos espera en el futuro.
Por la pregunta que encabeza este apartado ya te puedes hacer una idea, pero vamos a consultar a los que entienden de lingüística: la Real Academia Española de la Lengua. En su Diccionario Panhispánico de Dudas explican que la palabra "forfait" viene del francés y significa "abono que se paga por anticipado, a un precio global convenido, para el uso de un conjunto de servicios o de instalaciones", así como "abono para utilizar los remontes en una estación de esquí". Esto último es por lo que prácticamente solo se usa "forfait" en España.
Tanto en castellano como en francés se escribe igual, "forfait", aunque la pronunciación es diferente: en el idioma galo, se dice "forfé", mientras que en castellano se adapta la pronunciación a la grafía y se lee como se escribe, "forfáit" (con la tónica en la "a"). El plural es sencillo, "forfaits".
Como decíamos, el forfait es el pase o abono que te permite acceder a los remontes, telecabinas, perchas, arrastres, telesillas, cintas transportadoras y otras instalaciones de las estaciones de esquí. Hay de varios tipos y se distinguen, básicamente, por su duración: los hay para esquiar un día, dos o tres días consecutivos, semanales, de diez días no consecutivos, abonos para esquiar de manera ilimitada toda la temporada, etc.
Algunos forfaits son para una única estación de esquí y otros incluyen, en un único pase, el acceso a dos o más estaciones (por ejemplo, el forfait de Astún-Candanchú 100 kilómetros). No hace falta ni que estén físicamente conectadas para ofrecer pases conjuntos.
En la actualidad hay diferentes usos del forfait. Algunas estaciones emplean tarjetas que se pasan por un lector; otras utilizan pases con banda magnética que hay que pasar por un lector y, tras ello, se abre un torno; también hay forfaits, generalmente para ir a las pistas más de un día, que tienen un chip magnético que se acerca a la máquina para poder entrar.
Como todo en la vida, los forfaits también han evolucionado mucho gracias a los avances tecnológicos. Hubo una época en la que el pase consistía en una rudimentaria pegatina de papel que se doblaba sobre un alambre que se enganchaba al anorak; con el tiempo, pasó a ser una tarjeta más consistente y, en la actualidad, podemos hasta comprar el forfait de manera online a mejores precios y ahorrándonos las tediosas colas que se montaban en las taquillas en temporada alta de nieve. Las estaciones también han instalado sistemas de venta automática de forfaits, como las máquinas de venta de billetes del tren, y puntos automáticos de recogida.
Por otro lado, muchas estaciones de esquí ponen a disposición de los visitantes los llamados “ski-pass”, unas tarjetas personalizadas con chip que permite la recarga, hacer gestiones online y obtener ventajas exclusivas, una modalidad pensada para los que van a esquiar mucho en un determinado destino.
Fue una auténtica revolución el RFIF o “forfait de manos libres”, con el que el acceso a pistas pasaba a estar controlado con tornos con lector con antena externa de medio alcance. Con este sistema, no hace falta ni sacar el forfait porque ya se identifica a los esquiadores con forfait de forma automática, sin tener que andar buscándolo en los bolsillos. En esta línea, la pandemia del coronavirus aceleró la aparición de los forfaits “contactless” con teléfono móvil del fabricante austríaco Team Axess: bastaba acercar el dispositivo con Bluetooth a la puerta de acceso de los remontes y esta automáticamente se abre al detectarlo y tras haber comprado el forfait con una app específica.
Toda esta tecnología ha permitido ganar tiempo al poder recargar el forfait cómodamente desde nuestro teléfono móvil, sin tener que hacer colas en las taquillas; evitar el contacto; y reducir de manera considerable los residuos que generaban los clásicos forfaits de plástico.
La evolución de los forfaits ha afectado también a sus precios. En los últimos años se ha ido extendiendo la tarificación dinámica en los forfaits de muchas estaciones; empezó en Estados Unidos y ha llegado a Europa. Se trata de aplicar un precio al pase que se adapta a la situación del mercado, es decir, que lo hace más barato o más caro en función del día que se reserva para esquiar, si es temporada baja o alta, si es alguna fecha especial... de manera que se premia con descuentos especiales a los esquiadores que viajan en momentos con condiciones menos favorables. Los primeros en aplicar este sistema de precios dinámicos en la Península fueron Grandvalira y Ordino Arcalís en Andorra.
Son las grandes desconocidas para el público general cuando vamos a esquiar, pero lo cierto es que, sin ellas, no podríamos acceder a los remontes de las estaciones de esquí. Las principales empresas que venten y trabajan los sistemas de acceso en las pistas son Team Axess y Skidata.
En la Península Ibérica, trabaja en Pas de la Casa (Baqueira Beret) y La Molina y La Masella, en el Pirineo Catalán, así como en Grandvalira y Pla de les Pedres, en Andorra. Entre sus sistemas de acceso destaca el AX500 Smart Gate NG, que permite un control de pases “manos libres”, paso sin contacto por el acceso y velocidad de apertura y cierre personalizable, entre otras características.
Se trata de otro fabricante que hace tornos trípode para estaciones de esquí y pistas de montaña. Presumen de aumentar considerablemente el rendimiento de los remontes porque su sistema tiene una lectura muy rápida de los pases, así como gran seguridad y protección contra el uso indebido de los forfaits. Tiene dos tipos de puertas: Freemotion con antena en el lado izquierdo, que detecta los pases colocados en este lado; y Freemotion con antenas dobles que identifica los forfaits a ambos lados, para mayor comodidad y rapidez del servicio.
Todo apunta a que la tecnología seguirá avanzando en esta dirección: que el pase a las pistas de esquí sea digital y únicamente lo tengamos en el teléfono móvil, para ahorrar los costes económicos y de residuos plásticos asociados a las tarjetas tradicionales. Se gana en comodidad y en rapidez a la hora de entrar a las estaciones de esquí. Ahora bien, hasta ahora se ha apreciado un gran inconveniente a este sistema: la duración de la batería, algo que se ha solucionado con el uso de la tecnología Bluetooth Low Energy.
