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La estación de esquí de Cerler es conocida por ser la más alta del Pirineo Aragonés, con un gran dominio esquiable de 79 kilómetros de pistas y una gran belleza paisajística, en el Valle de Benasque. Cuando suben las temperaturas y desaparece la nieve, el entorno no pierde su encanto, sino que se transforma: lo que antes era blanco, ahora brilla con un verde muy vivo. El cierre de las pistas da paso a una larga lista de planes que hacer en Cerler en verano. Aquí te dejamos algunas ideas.
Parte de la infraestructura de la estación de esquí se aprovecha para disfrutar de Cerler en verano. Concretamente, queda en funcionamiento el Telesilla El Molino, que está junto al pueblo y al lado del parking. Sube hasta los 2.030 metros de altitud, desde donde se pueden divisar los colosos “tresmiles” de los alrededores: el Maladeta, el Posets, el Perdiguero o el Aneto.
Abre a las 10h y la última subida y bajada es a las 17.45h. Las fechas dependen de la temporada estival, pero suele operar de julio a septiembre. Pueden subir niños sin problemas, aunque hasta los 1,25 metros deben ir acompañados por un adulto; también pueden acompañaros perros y otros animales de compañía. Además, si quieres coger este remonte para hacer una ruta de BTT por las alturas, debes saber que se pueden subir bicicletas.
Después de hacer una ruta por las alturas de Cerler en verano, se os abrirá un apetito salvaje. Si tener que bajar al pueblo, tenéis la posibilidad de comer en abundancia y de calidad en el Restaurante Cota 2.000, que abre de 10h a 17h, y que tiene una parrilla con las mejores carnes a la brasa de la zona, longaniza de Graus, hamburguesas de ternera de los Pirineos... y cuenta con una terraza con maravillosas vistas.
Además, en época estival en Cerler también abre la Cafetería Remáscaro, está al lado del telesilla, donde sirven hamburguesas, raciones y mucho más. Su horario es amplio, de 9h a 19.30h, por lo que es un buen sitio donde tomar algo a la bajada del último viaje del telesilla.
Por otro lado, si sois amantes de la carne de extensivo y criada en alta montaña, debéis marcar en rojo una fecha en el calendario: la Fiesta del Cordero, que se celebra a finales de agosto. Es un homenaje a los ganaderos de la zona y un acercamiento a la población. Aquí se asan decenas de corderos de Ternasco de Aragón para servir unas 300 raciones. La jornada va acompañada de juegos infantiles, excursiones guiadas, mercadillo de productos artesanos del Valle de Benasque, música en directo y mucho más.
Otra parte importante de la gastronomía de la zona son los vinos del Somontano. Se dice que hacia el siglo II a.C. ya había una importante producción y hoy es parte importante de la economía regional, con una Denominación de Origen. Puedes conocer las bodegas del Somontano con una visita guiada y cata.
Si os movéis como pez en el agua, en Cerler en verano tenéis la posibilidad de practicar actividades de aventura en el medio acuático. Aquí dos planes:
Podréis surcar las aguas bravas de este río con una actividad segura, divertida y muy refrescante para compartir en familia o con los amigos. Y es que en verano, los ríos de los Pirineos van con el caudal a tope por el deshielo. Se ofrecen balsas neumáticas con capacidad para 6-8 personas y con la compañía de un guía experimentado. Una aventura que dura unas dos horas y media.
Es una actividad para los que buscan mucha adrenalina, ya que estaréis en contacto directo con las aguas bravas con un traje especialmente diseñado y reforzado para ello, con aletas para impulsarte. Para esta experiencia, es requisito imprescindible saber nadar.
Si buscáis algo más tranquilo, siempre podéis optar por un kayak y surcar las calmadas aguas del embalse de Joaquín Costa. Una actividad para hacer en familia en Cerler en verano que nos permitirá conocer el antiguo poblado.
Los amantes de las cuerdas, mosquetones y arneses también encontrarán un hueco en Cerler en verano, en un lugar con paisajes privilegiados. Aquí está Barbaruens, que es un clásico del barranquismo en el Pirineo, con un descenso acuático con mucha vegetación, toboganes, saltos, cascadas y rápeles de hasta 10 metros; hay dos niveles de dificultad y, el más sencillo, es apto para peques a partir de 5 años.
Si en vez de bajar, prefieres subir, no dejéis de explorar las vías ferratas de la zona: la vía ferrata de Sesué, corta y sin pasos técnicos, en el pueblo de Castejón de Sos; o la vía ferrata de Foradada de Toscar, muy famosa en la zona, con un recorrido muy variado y pasos aéreos de vértigo, para los que tengan experiencia.
Por supuesto, uno de los planes por excelencia de Cerler en verano es practicar senderismo o montañismo. Esta parte del Pirineo Aragonés es un auténtico privilegio para los montañeros, que pueden hacer desde sencillas vueltas familiares, hasta retos de altura como la ascensión al Aneto o al Posets (primer y segundo pico más alto del Pirineo, respectivamente).
Entre las rutas sencillas para hacer en familia en verano en Cerler destaca la de Las Tres Cascadas, que sale del mismo pueblo y que está perfectamente señalizada con marcas blancas y amarillas. Son unos 7 kilómetros con algo más de 300 metros de subida.
El entorno de Cerler en verano es un destino privilegiado para los amantes de la bicicleta BTT y de carretera. El centro de bicicleta de montaña está compuesto por hasta 29 rutas con sus correspondientes mapas y fichas; los que prefieren la bici de carretera, tienen una salida obligatoria en la zona: el puerto de Ampriu, 12 kilómetros con una pendiente media superior al 6% y un desnivel de más de 750 metros.
Pasear a lomos de un caballo es un plan ideal para hacer en Cerler en verano para relajarse, entre otras actividades de aventura. Se ofrecen recorridos sencillos con paisajes increíbles desde otro punto de vista de la comarca de la Ribagorza. Una experiencia que gusta mucho a las familias, pero también a parejas y grupos de amigos.
El Parque Natural de Posets-Maladeta y la cercanía del Parque Nacional de Ordesa favorecen que esta zona sea un auténtico paraíso para las aves. Y, por tanto, para los amantes de la ornitología. Hay más de 200 especies que se pueden divisar a lo largo del año, entre las que destacan el mítico quebrantahuesos, el buitre leonado, el urogallo y el águila real.
Hay “rutas ornitológicas” para hacer en verano en Cerler y alrededores, que están específicamente catalogadas para ello. Algunos ejemplos: el recorrido OR-6, un paseo circular por Castejón de Sos y el puente sobre el río Ésera; o la OR-7, que va del Alto de Bonansa al refugio de Pegá y el mirador de la borda de Ansuilo.