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Eres el rey de la pista con tus esquís, y entre tus propósitos de Año Nuevo has decidido pasarte al snowboard porque quieres ser también el rey de la tabla. Pues para que esa buena intención no se quede sólo en un deseo (junto al de aprender inglés e ir al gimnasio), te traemos unos consejos para que la transición de los esquís a la tabla sea lo más sencilla.
CAMBIO DE VESTUARIO
No te asustes, porque no se trata de que renueves tu vestuario por completo, pero sí que hay algunas prendas que tienen alguna diferencia respecto a las que utilizamos para esquiar.
Los pantalones, por ejemplo. El snowboard requiere mucho movimiento de cadera, así que suelen ser un poco más anchos para facilitarlo. Suelen contar también con un poco de relleno en la parte de detrás, ya que como podrás comprobar, pasarás muchos ratos sentado/a en la nieve.
FOTO: Lali Masriera
PROTECCIONES
Los primeros días, te vas a caer, y bastante. Es por ello que siempre, pero especialmente durante esos primeros días, te protejas lo máximo posible para evitar lesiones. La parte del cuerpo que más sufre son las muñecas y los dedos, así que una muñequera y guantes especialmente pensados para snow son una genial idea.
Mención especial merecen también las rodillas: el snowboard requiere una flexión de rodillas constante, así que unas rodilleras son muy aconsejables. ¡Cuidado! Que sean flexibles para favorecer el movimiento.
Y para acabar, casco. Algunos de vosotros puede que ya lo utilicéis para el esquí, y su uso es recomendable para evitar golpes fuertes debidos a caídas.
GOOFY O REGULAR
¿Limón o naranja? ¿Papá o mamá? ¿Goofy o regular? La tercera pregunta es la que te harán cuando quieras hacerte con una tabla de snow. La decisión es importante, ya que en la práctica del snow hay que escoger que pie se sitúa en la parte trasera (normalmente es el que mejor dominas) y cuál queda en la parte delantera. Si el pie situado en la parte posterior es el derecho, pedirás una fijación "regular". Si por el contrario, es el izquierdo, te colocarán una fijación "goofy".
No te preocupes, no es una decisión para toda la vida. La primera vez prueba con el que consideres oportuno, pero siempre puedes cambiar más adelante.
VUELVES A SER PRINCIPIANTE
Por mucho que hayas esquiado, con la tabla vuelves al nivel 1. Está claro que ya conoces las sensaciones de deslizarte por la nieve, pero una tabla es muy diferente a un par de esquís.
El snowboard se parece más a otros deportes como el surf o el skate que al esquí. El uso del cuerpo en estos deportes se basa sobretodo en la flexión de rodillas, el movimiento de hombros y caderas y el centro de gravedad.
Así que aunque seas capaz de esquiar en pistas negras, para aprender snow empieza por la verde. Vas a caerte, y mucho, en los primeros momentos. Así que mejor que sean golpes sin importancia que no acaben en una lesión grave.
Ahora ya tienes una base para empezar con el snowboard. Aprovecha algunas de nuestras ofertas para esquiar en Andorra y hacer alguna clase en sus escuelas. Y sí, puede que haya algunas diferencias con el esquí... Pero también muchas similitudes. ¡Nunca es tarde para pasarse al snow!
