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Esquiar no es solo lanzarse cuesta abajo por una pista. Lo que comenzó siendo hace siglos un medio de transporte para las personas que habitaban las zonas más frías del planeta, se convirtió en un deporte y, con ello, se ha ido diversificando en diferentes ramas o disciplinas. Hasta el punto de que las diferentes personalidades pueden llegar a encontrar la suya propia. Si siempre has sido un alma libre, seguro que te gusta el esquí freestyle.
Si te aburre hacer siempre lo mismo, descender por pistas sin mayores sobresaltos, y vienes de la tradición de los skateparks de las ciudades y de hacer figuras con patines, seguro que te atrae el esquí freestyle. Es una modalidad que cuenta con espacios propios y específicos en las estaciones de esquí, los snowparks, donde se pueden practicar todo tipo de trucos, saltos y piruetas. Te explicamos en qué consiste el esquí freestyle, cómo aprender y dónde practicarlo.
Si hacemos una traducción literal del inglés, significa esquí de “estilo libre”. Eso ya nos da una idea de lo que es el esquí freestyle. Se trata de una modalidad que se basa en la habilidad y en la técnica para realizar saltos y trucos, lo que en la jerga se conoce como “tricks”.
Al parecer, todo nació como una broma entre esquiadores noruegos profesionales que, en las pausas de sus entrenamientos, empezaron a intentar hacer acrobacias para divertirse. La broma ha llegado lejos y hoy es un deporte que está reconocido por la Federación Internacional del Esquí (FIS), con sus reglamentos y pruebas.
La improvisación es la base del esquí freestyle, aunque como siempre, una improvisación bien preparada siempre es una garantía. Se puede practicar tanto con esquís como con tabla de snowboard. Por el riesgo de caídas, es más que recomendable emplear el casco para practicar esquí freestyle (de hecho, en la mayoría de snowparks es de uso obligatorio).
Como pasa en la mayoría de disciplinas del esquí, el freestyle también se divide y especializa en varias modalidades. Podemos diferenciar entre dos grandes grupos: el “aerial” y el “mogul”. Así es cada una de sus ramas:
En esta práctica, los esquiadores hacen saltos desde plataformas que están colocadas en el suelo y cubiertas de nieve. Al final de las mismas hay una rampa muy empinada que ayuda a los participantes a coger velocidad en el descenso y poder efectuar saltos a mayor altura cuando suben. Dentro de esta especialidad se puede hacer salto frontal, con el que el esquiador no puede alzar los pies por encima de su cabeza, y el salto invertido (también conocido como salto mortal).
En este caso, los esquiadores de freestyle deben seguir una pista con pendiente que está repleta de baches y montículos varios. Es el momento de demostrar las mejores piruetas y acrobacias sobre la nieve.
Por otro lado, existe una especie de “submodalidad” que es el half-pipe (seguro que te suena el nombre). Es una de las prácticas más complejas y complicadas del esquí freestyle. Con ella, hay que combinar diferentes trucos a lo largo de una rampa de medio tubo (de ahí el nombre de “half-pipe”) de 3 a 6 metros. Además, tiene unas paredes con pendientes de hasta 16 metros.
Al margen de que te animes a practicar esquí freestyle o no, lo que es seguro es que es una manera de surfear la nieve espectacular que vale la pena ver alguna vez en directo en alguna de las competiciones que albergan las estaciones de esquí.
Antes de nada, hay que decir que antes de empezar a practicar freesyle, es necesario saber esquiar o hacer snowboard con cierta habilidad. Pasa lo mismo que cuando queremos adentrarnos en otras modalidades como el freeride, el esquí de montaña… hay que tener buenos conocimientos de la base, del esquí alpino, que nos permita movernos con soltura sobre la nieve.
A partir de ahí, aunque son muchos los que empiezan a experimentar por su cuenta en los módulos de los snowparks de las estaciones de esquí –o incluso, en cualquier tipo de obstáculo que se encuentran en la nieve–, lo más recomendable es, como siempre, acudir a clases. En la actualidad son pocas las estaciones que no tienen escuela de esquí. Quizás es algo menos frecuente que ofrezcan enseñanza específica de esquí freestyle, pero cada vez son más las que dan clases para los amantes del estilo libre.
Consulta en tu estación de esquí favorita si ofrecen cursos de esquí freestyle. En todo caso, te recomendamos algunas en las que puedes empezar, como la Escuela Sulayr de Sierra Nevada, que comparte nombre con su impresionante snowpark, y que ofrece iniciación y perfeccionamiento en freestyle.
Otra buena opción es la Escuela de Esquí de Panticosa, que ofrecen clases de nivel Medio-Alto, C, D, E y F, para aprender de forma progresiva la técnica del freestyle y, por supuesto, de manera segura, correcta y divertida. Su hermana estación de Formigal también cuenta con clases de esquí freestyle en su escuela.
La estación catalana familiar de La Molina también ofrece cursos de esquí freestyle para empezar a dar los primeros saltos y hacer trucos. Y ya en Andorra, la escuela de esquí de Granvalira enseña a moverse con seguridad por sus snowparks con clases específicas de estilo libre en Soldeu, El Tarter, Grau Roig y Pas de la Casa.
Una vez que sabemos en qué consiste el freestyle, si te animas a practicarlo, ya te hemos comentado algunas de las mejores escuelas de esquí para aprender. Ahora te dejaremos los mejores snowparks de España y Andorra para empezar a darlo todo con saltos, piruetas y otros trucos.
Uno de los más interesantes es el Snowpark Sulayr, que está en el área de la Loma de Dílar. Es muy extenso y tiene saltos y módulos de barandillas que se revisan a diario para una práctica totalmente segura. Consta de elementos para principiantes y para freestylers avanzados. Se llega desde Pradollano, a través del telesilla A. Jara y después con el remonte Monachil.
En la estación de Formigal existen diferentes espacios en los que podemos practicar esquí freestyle. Uno de ellos es Terrain Park Formigal, un snowpark con las zonas claramente marcadas en base al nivel de dificultad de los módulos: azul, rojo y negro. Además, para los que todavía os sentís algo patosos en esta disciplina, hay un área de debutantes muy sencilla para dar los primeros pasos, el Skity Park.
Una estación de la talla de Baqueira Beret, en el Pirineo Catalán, también presume de tener uno de los mejores snowparks de la península. Hablamos del snowpark Era Marmòta, con tres líneas de saltos diferenciadas con dificultad verde, azul y roja. Emplea módulos naturales y artificiales que varían durante la temporada, así que en cada viaje te encontrarás un nuevo reto.
Por último, no podemos dejar de mencionar el Sunset Park Peretol By Henrik Harlaut en Grandvalira (Andorra), una maravilla para amantes del esquí freestyle a todas horas. Y no es una forma de hablar: es que abre de martes a domingo también por las noches, de 15h a 21h. Su acceso es muy cómodo, ya que se puede aparcar a pie del snowpark.