Debes introducir un correo electrónico que sea correcto y aceptar la política de privacidad
Ha ocurrido un error. Vuelve a intentarlo y si el problema continua puedes escribirnos en info@esqui.com
Te has suscrito correctamente
Estado de pistas y meteorología
Ofertas
Hoteles por zonas
Estado de pistas por zonas
Ofertas de esquí por zonas
Ofertas por fecha
Hoteles por estaciones
Hoteles por estaciones
Hoteles por estaciones
Estado de pistas por estaciones
Estado de pistas por estaciones
Estado de pistas por estaciones
Estado de pistas por estaciones
Estado de pistas por estaciones
Estado de pistas por estaciones
Ofertas por estaciones
Ofertas por estaciones
Ofertas por estaciones
Ofertas por estaciones
En el artículo anterior sobre Dieta y esquí, vimos que la alimentación es muy importante y que cada vez más gente (profesional o no) la tiene presente en su vida cotidiana y a la hora de practicar su deporte favorito.
En este artículo veremos las características generales de una pauta alimenticia saludable, unos buenos hábitos para complementar esta pauta y por último, de manera muy gráfica, las veces que tenemos que ingerir un alimento (día a día y durante la semana).
Características generales de la pauta equilibrada:
Entendemos por alimentación saludable aquella que hace posible que la persona tenga un buen nivel de salud y al mismo tiempo le permita realizar las actividades cotidianas de la vida diaria sin ningún problema. Esta alimentación será;
Variada y completa: tendrá la máxima representación de alimentos y proporcionará la cantidad necesaria de calorías (energía) para el día a día. De esta manera (siempre que los nutrientes sean de calidad) no existirán carencias nutricionales o energéticas.
Equilibrada: tiene que existir un equilibrio entre el consumo de nutrientes y el gasto diario de éstos.
Adaptada: para el correcto funcionamiento del organismo y su supervivencia. Cada persona es diferente y necesita una pauta adecuada a sus necesidades y handicaps (alergias, intolerancias, patologías...).
Buenos hábitos para combinar con la pauta nutricional:
- En toda comida (sobre todo las dos más cuantitativas, almorzar y cenar) invertiremos un mínimo de 30 minutos. Hay que comer con tranquilidad, despacio, masticando bien y con comodidad.
- Dormir durante 8 horas al día (o 6 horas y 30 minutos de siesta).
- Cada día hacer alguna práctica deportiva (mínimo de 30 minutos), tener “conciencia de movimiento” (subir escaleras en vez de tomar el ascensor, ir andando adonde sea posible, evitar el coche...), en definitiva, evitar la “inactividad corporal”.
- Reducir o evitar las situaciones de estrés diarias.
- Disfruta de la vida sin drogas, evita el consumo y el cuerpo te lo agradecerá.
- Visita al médico de cabecera regularmente y sigue sus indicaciones.
Raciones diarias y semanales:
Limitaremos las bebidas alcohólicas, azucaradas y con gas porque nos aportan calorías vacías y todas ellas aumentan la hipertensión. Se permite consumir un vaso de vino tinto al día. La bebida por excelencia será el agua mineral, cada día tomaremos de 2 a 2,5 litros (en climas calurosos y durante la práctica deportiva aumentaremos las cantidades anteriores).
En el siguiente artículo hablaremos sobre la nutrición a seguir antes, durante y después de la práctica de deportes de nieve, ya sea de una resistencia más aeróbica como el snow o el esquí alpino o más exigente como el esquí de montaña o el ascenso con raquetas y la tabla en la espalda.