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La norteamericana Lindsey Vonn volvió a la competición tras casi dos meses sin poder hacerlo debido a una lesión en la rodilla. Una de tantas. Y la verdad es que el retorno de la corredora no fue todo lo positivo que ella esperaba.
Volvió ilusionada para competir sobre un pista que le ha reportado multitud de alegrías. Sin embargo, la pista Tofana de Cortina d’Ampezzo, escenario de 12 de sus 82 victorias de Copa del Mundo, fue cuanto menos frustrante para la norteamericana.
El viernes Lindsey Vonn compitió en la modalidad de Descenso. Lo hizo para acabar en 15ª posición. El sábado volvió a competir en la misma disciplina y en su segunda carrera acabó finalmente en 9ª posición, nada mal después de haber estado tanto tiempo parada. Durante la jornada de ayer domingo, Vonn compitió en la modalidad de Súper Gigante. La corredora luchaba por subirse al podium cuando quedó descalificada al salirse del trazado. Sin duda un tremendo mazazo para la mejor corredora de todos los tiempos (4 veces el Gran Globo de Cristal al ganar la General de la Copa del Mundo; otros cinco del Super-G, ocho trofeos del Descenso, tres victorias en la Combinada, 1 medalla olímpica etc) a la que las lesiones nunca han llegado a respetarle.
Lo cierto es que a sus 34 años, la principal motivación de Lindsey Vonn era superar el récord de victorias en Copa del Mundo que ostenta Ingmar Stenkmar. Tiene el récord a 5 victorias, y finalmente parece que así seguirá siendo.
Tanto el cuerpo como la mente de la corredora parecen haber dicho basta. Lindsey Vonn se ha dado cuenta que su cuerpo no merece tan tremendo esfuerzo para un record que apenas podrá retener (y comercializar) durante un año o dos, si es que lo llega a tener en la mano, ya que la también espectacular Mikaela Shiffrin viene pisando muy fuerte.
Al finalizar la prueba de ayer domingo, Lindsey Vonn acudía ante las cámaras derrumbada y triste, y confesando que quizás haya podido ser la última prueba en su larga y exitosa carrera: “quiero poder caminar sin dolor cuando sea mayor y espero que algún día pueda esquiar con mis hijos, y eso es importante para mí. He alargado mi carrera probablemente más de lo que debería, pero finalmente estoy sucumbiendo a lo que mi cuerpo me ha estado diciendo durante un tiempo. Es por eso que no puedo seguir adelante. Habrá efectos a largo plazo: tendré artritis, tendré dolor en las articulaciones, tendré mucho dolor en muchos lugares diferentes, pero todavía quiero terminar valiéndome por mí misma".
Habrá que ver si finalmente llega la retirada definitiva de la corredora norteamericana que, decida lo que decida, es ya una de las más laureadas leyendas del mundo del esquí de competición.
Fuente: Nevasport
