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Aramón Cerler ya ha dado el pistoletazo de salida a las obras dirigidas a la ampliación de la estación de Cerler. El objetivo es conseguir que el centro supere los 100 kilómetros esquiables, lo que supone un valor añadido para los esquiadores, que cada vez demandan más estaciones con esta característica para sus vacaciones de esquí.
De momento se está marcando con estacas la zona donde se habilitará una pista forestal, situada en el collado de Basibé. Son trabajos previos necesarios para que no caducara el estudio de impacto ambiental, aprobado en 2010, pero que caduca a finales del año que viene. Este camino será el que se use para colocar los remontes.
El inicio de estas obras no ha pasado por alto para los ecologistas y los más preocupados por el medio ambiente. Han hecho notar su preocupación vía redes sociales, tal y como apuntan el Heraldo de Aragón y el portal Nevasport.
Sin embargo, esto es solo el inicio. Las verdaderas obras destinadas a la ampliación de Cerler se realizarán en verano del 2020. Será entonces cuando se instalará el primer remonte, un telesilla que partirá del Collado de Basibé, y dejará a los esquiadores justo hasta la actual terminal de salida del sextiplaza Basibé.
La colocación del resto de remontes se dejará para más adelante, que permitirán comenzar a esquiar desde el valle de Castanesa a 1.700 metros, zona en la que también se instalará una zona de aparcamiento a la que se podrá llegar mediante una carretera de 7 kilómetros de largo para buses lanzadera, que partirá desde el pueblo de Fonchanina.
El proyecto, presentado hace 10 años, que en un principio tenía como fecha de finalización el año 2030, permitiría que la estación de Cerler gane entre 425.000 y 505.000 esquiadores anuales por los cerca de 300.000 que está recibiendo actualmente.
Fuente: Nevasport
