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Tremendo susto el que han vivido en la estación de Zermatt (Suiza). Una máquina pisapistas ha acabado a unos 15 metros de profundidad tras caer por una grieta en el glaciar de la estación. No ha habido que lamentar daños físicos, ya que el conductor ha salido ileso. En cambio, habrá que invertir en arreglar la máquina, que ha sufrido daños considerables derivados del accidente.
La estación suiza de Zermatt, que normalmente abre durante todo el año, se encuentra en estos momentos cerrada por la crisis del Covid-19. Los trabajadores de la estación trabajan a destajo con la intención de poder habilitar las instalaciones de cara al esquí de verano. Se desconoce cuando podrá volverse a retomar la actividad, pero desde la estación de preparan sobre todo para poder recibir a esquiadores nacionales, ya que se prevé que las fronteras sigan cerradas en el medio plazo. Además, se trabaja para condicionar las pistas de entrenamiento de esquiadores participantes en la Copa del Mundo.
Fue en una de estas tareas de acondicionamiento cuando una máquina pisapistas cayó al fondo de una grieta. Según se sabe, la máquina atravesó un puente de nieve con poco espesor y estabilidad, lo que provocó que la máquina, de varias toneladas de peso, cayese a 15 metros de profundidad. El conductor no sufrió ningún daño, pero la máquina sufrió desperfectos que conllevará un gasto considerable para repararlos.
Fuente: Nevasport
