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La crisis actual tendrá consecuencias sanitarias, sociales, pero también económicas que afectarán a gran parte de las empresas. Las empresas andorranas no son una excepción en este ámbito. En este sentido, ENSISA, sociedad que explota los sectores de Soldeu El Tarter de Grandvalira, ha ido adoptando desde el primer día una serie de medidas destinadas por un lado a garantizar la seguridad sanitaria, y por el otro, a la protección laboral de sus empleados.
Tan pronto como se declaró la crisis sanitaria el 15 de marzo, y ante el cierre de la estación de Grandvalira, Soldeu El Tarter abonó la totalidad del contrato hasta el 31 de marzo en todo el personal temporero, para garantizar su poder adquisitivo en un momento de emergencia. Gracias a la colaboración de Crèdit Andorrà, se organizó un dispositivo para entregar los finiquitos a todo el personal en un entorno protegido y con la voluntad que quien tuviera posibilidad de coger un avión pudiera volver. Lamentablemente, la suspensión de vuelos dejó mucha gente atrapada en el país (ver noticia), lo que activó una serie de medidas de protección, con el apoyo del Honorable Comú de Canillo, Cruz Roja y Cáritas.
Alojamiento y subvención de los billetes de avión a los temporeros
Hasta día de hoy se han alojado gratuitamente 180 personas en las residencias de empleados de ENSISA y se ha dado cabida a otros temporeros residentes en la parroquia aunque no fueran plantilla de Soldeu El Tarter. A medida que desde Ski Andorra y desde el Gobierno de Andorra se iban facilitando vuelos de repatriación, y al igual que han hecho otras sociedades que componen Ski Andorra, se ha subvencionado el 50% del coste de los billetes de avión a 229 personas que viajaban a Argentina, Chile y Paraguay. Mientras estos vuelos no han sido posibles, se ha facilitado una ayuda a la manutención por parte de la Cruz Roja complementada con las aportaciones hechas desde los restaurantes de ENSISA.
Protección de los puestos de trabajo
Con respecto al personal fijo y semi-fijo, no se ha producido ninguna reducción de jornada ni suspensión temporal de contrato, habiendo completado los días de confinamiento mediante la anticipación al mes de abril de la parada técnica que habitualmente se hace el mes de mayo, y tal como marca la ley, con la compensación de todo el tiempo no trabajado al 50% con permiso retribuido y el otro 50% con días y horas recuperables, tratando de consumir el mínimo de días de vacaciones. Esto ha permitido no tener que recurrir a suspensiones de contratos que habrían cargado aún más las finanzas de Gobierno.
Conciliación familiar y transformación digital
En aquellos puestos de trabajo, que por su naturaleza lo permiten, se ha optado por la flexibilización de jornadas y teletrabajo desde casa, con el apoyo del departamento de TIC de la empresa. Esto ha permitido adaptarse a las necesidades de padres y madres que tenían los hijos en casa y mantener la actividad administrativa de todos los departamentos. Estas medidas de flexibilización y teletrabajo no han repercutido negativamente en la productividad, y marcan una tendencia que seguramente se mantendrá en ENSISA más allá de la crisis sanitaria actual, incorporando conceptos como la conciliación familiar y la transformación digital de los procesos internos.
Finalmente, desde los departamentos de Calidad y Recursos Humanos se han preparado e implementado los protocolos de seguridad que han permitido la reincorporación al trabajo tan pronto como ha sido posible con las máximas garantías de protección. Estas medidas se han complementado con formación on-line y vigilancia médica del personal de colectivos vulnerables.
Reducción del 28% para los cargos directivos
Los próximos meses continúan con una gran incertidumbre y ante la probable crisis económica derivada de la crisis sanitaria, la magnitud de la que es difícil de evaluar, ENSISA ha adoptado medidas de contención del gasto, que también tienen efectos sobre la masa salarial.
Para la temporada 2020-21 se prevé una reducción salarial progresiva mediante la no aplicación de la retribución por objetivos y la no dotación del plan de jubilación. El efecto de estas medidas tiene muy poca afectación a los salarios más bajos y va creciendo en función de la retribución hasta alcanzar una reducción máxima del 28% en el caso de la dirección de la empresa.
Con estas medidas se protege el salario base y especialmente los salarios de menor poder adquisitivo, compartiendo el sacrificio en momentos de emergencia pero siempre de manera proporcional. Además estas medidas son reversibles si el resultado de la temporada no es tan adverso como en un principio cabría esperar, permitiendo esperar hasta abril del 2021 para hacer efectivas las medidas, una vez la incertidumbre se haya desvanecido en buena parte.
La responsabilidad social de ENSISA, reflejada en sus valores y compartida por sus empleados y accionistas, es uno de los ejes estratégicos de la empresa, consciente de su elevado impacto socio-económico en nuestro país. A pesar de la adversidad actual, Soldeu El Tarter encara el futuro con optimismo y teniendo muy presente su papel de motor económico dentro de Grandvalira y Ski Andorra. La política de recursos humanos basada en el mantenimiento de los puestos de trabajo fijos y semi-fijos combinada con una reducción salarial proporcional al importe de los salarios será vital para mantener una plantilla cohesionada y motivada para afrontar las dificultades de los próximos meses.
Previsión fecha de apertura para el verano
Con el contexto actual, Soldeu El Tarter prevé la apertura de las actividades de verano del 4 de julio al 13 de septiembre, al mismo tiempo que la empresa se prepara para una temporada de invierno 2020-21 que a pesar de la incertidumbre se confía que día a día tenga mejores perspectivas.
Fuente: Comunicado Prensa Grandvalira Ensisa
