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Sentimiento de impotencia en las estaciones de esquí chilenas y argentinas. En el mejor invierno en décadas en cuanto a cantidad de nieve, los centros sudamericanos se mantienen cerrados y al borde de una crisis sin precedentes por la pandemia de la Covid-19.
Si hace unas semanas todavía se mantenía la esperanza de poder llevar a cabo la temporada (ver noticia), los centros de esquí chilenos y argentinos consideran ya que esta temporada se perderá. La preocupación se centra ahora en ver cómo sobrevivir hasta la próxima temporada 2021.
En declaraciones a EFE de Pablo Torres García, presidente de la Cámara Argentina de Centros de Esquí y Montaña, declaró que “debido a esta crisis vamos a dejar de facturar más de 13,5 millones de dólares en el año y va a dejar de derramar más de 134 millones de dólares. Cabe destacar que en Argentina la industria del esquí genera más de 5000 puestos de trabajo directos y más de 65.000 indirectos.”
Algunos centros de esquí argentinos, como Las Leñas o la Hoya, decidieron desde un principio no abrir, mientras que otros esperan las autorizaciones oficiales para estrenar pistas y remontes mecánicos y van retrasando su posible fecha de apertura, como Cerro Catedral Alta Patagonia.
En el país argentino, sin vuelos -suspendidos hasta el 1 de septiembre- y con las fronteras cerradas, el turismo parece inviable mientras la pandemia siga ensañada con el área metropolitana de Buenos Aires, la región más rica y poblada del país que emite el mayor número de turistas a los destinos domésticos.
Por su parte, en Chile mantienen aún un rayo de esperanza, a pesar de lo complicado de la situación. En el mejor de los casos, y siempre y cuando la pandemia evolucione favorablemente, los centros chilenos esperan poder abrir sus puertas en agosto y poder ofrecer una temporada de al rededor de 70 días, alargándola hasta octubre.
La industria del esquí genera en Chile más de 15.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Además, en un país en el que el esquí representa cerca del 10% del turismo nacional generando 200 millones de dólares por temporada, los centros chilenos reciben al año 1,5 millones de turistas nacionales y extranjeros. Con todo, y a falta de saber si los centros chilenos podrán retomar en agosto la actividad, de momento se estiman unas pérdidas de 60 millones de dólares.
Los centros de esquí de ambos países, en colaboración con los gobiernos locales, cuentan con protocolos sanitarios para funcionar, con distanciamiento social y mascarillas de uso obligatorio, controles de temperatura, remontes con capacidad reducida, desinfección…pero parece que no es suficiente para retomar la actividad.
Desde Esqui.com estaremos atento a la evolución de la pandemia en Argentina y Chile y si esta permite finalmente disfrutar del esquí en los países sudamericanos.
Fuente: Lugares de Nieve