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Soelden ya lo tiene todo a punto, en materia de organización y de medidas sanitarias, para inaugurar la edición número 56 de la Copa del Mundo de esquí alpino. Desde la temporada 2000-2001 la estación austriaca acoge ininterrumpidamente el debut de la competición, reuniendo tanto a hombres como a mujeres.
La temporada que empieza se presenta como la más incierta de todas las vividas hasta ahora. La pandemia de Covid-19 le ha dado a todo una carga de provisionalidad y ha obligado a adoptar nuevos hábitos sanitarios. No habrá público en Soelden, salvo los inevitables VIP’s, ni tampoco lo habrá en las pruebas que se disputen en Suiza, según ha anunciado hoy la federación helvética. Citas de prestigio y que arrastran multitudes de aficionados, como Saint-Moritz, Wengen, Crans-Montana, Adelboden o Lenzerheide, que acogerá las finales si no se va a peor, no tendrán ese ambiente inconfundible y que llega incluso viendo la carrera por TV.
Todos los implicados en la lucha por el Gran Globo saben de la importancia de dar primero en las actuales circunstancias. El invierno pasado la competición tuvo que pararse abruptamente y los favoritos se vieron sorprendidos por el inesperado final.
Federica Brignone fue la primera italiana en ganar la general de la Copa del Mundo. El último precedente transalpino se remontaba a Alberto Tomba, que la ganó en 1995. Brignone se vio favorecida por la ausencia de Mikaela Shiffrin por la repentina muerte de su padre. Cuando la estadounidense quiso regresar a la competición, en Are a principios de marzo, ya se había parado la Copa del Mundo y Brignone se había proclamado campeona.
Shiffrin viajó a su país para acompañar a su padre con una ventaja de 470 puntos en la general y cuando tenía previsto volver a competir quedaban por disputar siete carreras, incluídas las de las finales de Cortina d’Ampezzo. Al final le separaron 153 puntos de Brignone, diferencia asumible para una Shiffrin en condiciones normales en siete carreras.
La estadounidense no estará en Soelden debido a unos problemas de espalda que ha tenido en los últimos entrenamientos. Ha decidido volver a su país para recuperarse durante casi el mes que separa Soelden de Levi, segunda cita del calendario el 13 de noviembre.
Brignone, que ganó hace cinco años el gigante inaugural, Petra Vlhova, Wendy Holdener y Tessa Worley recién salidas de una lesión, Alice Robinson, que estrenó en Soelden su palmarés el año pasado, son las llamadas a subirse al primer podio. Marta Bassino y Lara Gut jugarán de ‘outsiders’. Para la general hay que sumar al grupo citado a velocistas o polivalentes como Sofia Goggia o Ilka Stuhec que lucha por volver a ser quien fue hace poco. Corinne Suter, Nicole Schmidhofer y Ester Ledecka no desaprovecharán sus oportunidades y habrá que ver si hay revelación de la temporada.
En la categoría masculina la sombra de Marcel Hirscher sigue siendo alargada. La interrupción súbita de la pasada edición dio un vencedor sorpresa, el noruego Aleksander Aamodt Kilde, un velocista que se llevó el gato al agua ante la disputa de Alexis Pinturault y Henrik Kristoffersen, que se quedaron a 54 y 61 puntos respectivamente del vencedor.
Kilde es el primer velocista que gana un Gran Globo desde que su compatriota Aksel-Lund Svindal lo lograse en 2009, precediendo en el palmarés a Carlo Janka, mucho más polivalente. La lucha vuelve a plantearse entre Pinturault y Kristoffersen, que se han distinguido por sus altibajos el invierno en que Hirscher ya les había dejado el camino libre.
El duelo por la victoria absoluta volverá a plantearse entre ellos dos, que estarán acosados por una buena jauría. Clément Noël, Zan Kranjec, Daniel Yule, Filip Zubcic, Ramon Zenhaeusern o Marco Schwarz por parte de slalomistas y gigantistas, que se han de jugar la victoria del domingo. Por los velocistas, citar a Kilde, Beat Feuz, Thomas Dressen, Matthias Mayer, Dominik Paris (a ver cómo vuelve tras la lesión), Vincent Kriechmayr, Mauro Caviezel, Marco Odermatt y Kjetil Jansrud. En esta ocasión el representante español será Albert Ortega. Disputar la segunda manga será su objetivo.
Como siempre, el pronóstico se irá cerrando a medida que se sucedan las carreras y aparezcan las lesiones, los dos grandes cedazos a los que este invierno se va a unir otro más en forma de pandemia vírica cuya evolución es desconocida.
Fuente: nieveaventura.com