Esquiar lo que se dice esquiar no es nada fácil esta temporada y no es por falta de nieve, que en casi todas las estaciones de Europa ha caído en abundancia. Las restricciones de movilidad entre países y regiones de un mismo estado y el cierre de estaciones decretado por varios Gobiernos se ha traducido en estaciones fantasma y pistas casi vacías.
Francia, Alemania e Italia mantienen las estaciones cerradas, pero en Andorra, Suiza, Austria y España están abiertas. En el caso de España es un auténtico galimatias ahora mismo. Solo para los residentes, a veces de ámbito local, otras de la misma provincia o región, siempre que no vengan de algún municipio confinado, pueden ir a esquiar y con limitaciones.
Debido al empeoramiento de la pandemia y la amenaza de variantes, la Comisión Europea, como la mayoría de los gobiernos, desaconseja viajar fuera de las fronteras nacionales, pero ¿cuáles son las posibilidades reales de esquiar en los principales países de Europa cuando llegamos al ecuador de la temporada?
En España, las estaciones de esquí pueden abrir y muchas de ellas están funcionando, aunque con aforos limitados y a veces con las pistas prácticamente vacías. Las pistas más cercanas a la frontera francesa, en la vertiente sur de los Pirineos, ven su actividad considerablemente reducida por las restricciones a la movilidad decretadas en las comunidades autónomas, como parte de la lucha contra el coronavirus.
Andalucía tiene Sierra Nevada abierta, Catalunya todas las estaciones abiertas, Aragón solo Astún, Castilla León abiertas, en Madrid también abiertas (aquí en función de la nieve y la lluvia), Segovia también. Cantábria y Asturias también tienen abierto.
En Catalunya, todas las estaciones han abierto una pequeña parte de sus instalaciones, pero no hay casi nadie porque los catalanes tienen prohibido salir de su municipio si no es por motivos de trabajo, estudios, familiares o un médico. Si la epidemia evoluciona favorablemente, las limitaciones geográficas podrían aliviarse ... Pero nada garantiza que así.
Entonces, ¿por qué abrir estaciones a las que casi nadie va? Porque si finalmente se levantan las restricciones resultaría más caro abrir las pistas en el último momento que mantenerlas abiertas, pero sin esquiadores. Además, las estaciones públicas ejercen de pequeño motor de actividad en unas comarcas muy castigadas por la crisis económica derivada de la covid.
En Francia, los remontes permanecerán cerrados debido a los temores relacionados con la Covid-19 y sus variantes.
Los telesillas permanecen cerrados en la estación de salida y no van a rodar durante las vacaciones escolares de febrero, con lo que ya se da la temporada por perdida y algunas han anunciado que no van a abrir hasta el próximo invierno.
Alemania, que se había coordinado con Francia para no abrir los remontes durante las vacaciones de Navidad, debería seguir el mismo camino durante el resto de la temporada. El futuro de los deportes de invierno ni siquiera fue objeto de una comunicación especial el martes 19 de enero, al final de la videoconferencia que reunió a Angela Merkel y los ministros presidentes de los Länder.
Los responsables de los remontes han sufrido una pérdida neta del 30% de su facturación anual con las cancelaciones de las vacaciones navideñas. Su asociación federal (VDS) destaca la seriedad de su protocolo sanitario para una actividad al aire libre, pero "¡el trauma de Ischgl -aunque fuera en Austria- es el argumento de las autoridades!", deploran los profesionales.
La iniciativa de un operador bávaro, a mediados de enero de alquilar una pista a una familia durante una hora por 110 €, se ha esfumado.
Tras renunciar a abrir las pistas de esquí alpino de sus tres estaciones (Grandvalira, Ordino-Arcalís y Vallnord Pal-Arinsal) en Navidad, Andorra finalmente puso en marcha el 25% de sus remontes el 2 de enero y luego el 40% de las pistas de esquí alpino hasta la fecha.
Pero el Principado reserva sus dominios únicamente a sus residentes, que tienen el forfait de temporada o tienen que acreditar en "taquillas" el permiso de residencia. Aunque ciertamente, no han sido pocos los esquiadores franceses y españoles que han conseguido saltarse las limitaciones de sus païses, comprar de alguna manera un forfait y esquiar en las andorranas. Esto ha provocado quejas y esta semana se habrían endurecido los controles de los forfaits y su venta.
El gobierno andorrano está a la espera de anuncios de sus vecinos franceses y españoles en el ámbito del esquí, para posiblemente cambiar de postura y abrir el esquí de forma oficial a todos los visitantes, pero por ahora nada cambia.
Pistas parcialmente abiertas, pero alojamiento y restaurantes cerrados. Este es el "compromiso" que ha encontrado Austria, segundo destino turístico de esquí de Europa por detrás de Francia, para no atraer visitantes extranjeros a sus pistas y "reservar" el esquí para sus habitantes.
Los remontes, la mayoría de los cuales tienen estatus de transporte público, abrieron parcialmente el 24 de diciembre. Desde entonces, las pistas solo han sido frecuentadas por esquiadores locales o austríacos que pueden regresar a sus casas por la noche, bajo el encierro vigente, que permite salidas deportivas.
La asistencia a veces alta los fines de semana, en estaciones próximas a Viena en particular, generó preocupaciones sobre contactos demasiado cercanos en un contexto de brote epidémico. Pero se aplican estrictas medidas sanitarias en los telesillas y teleféricos: además de respetar una distancia física de 2 metros, es obligatorio el uso de una máscara FFP2.
Desde el 15 de enero Austria ha instaurado un registro online antes de entrar al país que genera un código QR, test PCR max 72 horas antes y cuarentena obligatoria de 10 días (aunque el test sea negativo), se puede rebajar a 5 días de cuarentena con otro test negativo al entrar al país, pero no se permite esquiar, solo viajes de negocios o de necesidad justificados. Hoteles abiertos para viajes de negocios con carta de invitación de una empresa austriaca.
Para hoteles, alojamientos y restaurantes de cara a los esquiadores, el camino hacia la apertura aún es largo: permanecerán cerrados al menos hasta principios de marzo.
Suiza se ha sumado a sus restricciones sanitarias el 18 de enero recomendando el teletrabajo y el cierre del comercio "no esencial". Pero la mayoría de las 230 estaciones de esquí alpino del país han reabierto sus remontes y pistas a los esquiadores, aunque la mayoría no ponen el 100% de remontes en marcha debido a la menor afluencia de visitantes que en una temporada normal a pesar de tener gran cantidad de nieve. Como en la mayoría de los países, se aplica un protocolo sanitario nacional y específico (distanciamiento físico, telecabinas y teleféricos ocupados dos tercios ...).
"La decisión de abrir es responsabilidad de los cantones, pero hasta la fecha no se ha refutado ninguna solicitud de una estación", dijo a Le Figaro Véronique Kanel, portavoz de Turismo de Suiza.
Los bares y restaurantes, por su parte, permanecen cerrados en todo el país -aunque se permite vender comida para llevar- “a excepción de los restaurantes de los hoteles (abiertos para sus huespedes), que tienen la posibilidad de recibir a sus huéspedes, de acuerdo con los planes de protección", indica Suiza Turismo.
Suiza se prepara para endurecer las condiciones de entrada al país a partir del 1 de febrero con una cuarentena obligatoria de 10 días en una larga lista de países, entre ellos España.
Los remontes de las estaciones de esquí italianas se cerraron por primera vez en Nochebuena y hasta el 7 de enero, para evitar la afluencia de turistas durante las vacaciones. Luego el cierre se prolongó hasta el 18 de enero pendiente de esclarecimiento de la situación epidemiológica y más tarde otro aplazamiento hasta el 15 de febrero.
Los gerentes de las estaciones italianas instan al ejecutivo a fijar una fecha determinada para la apertura de la temporada de esquí, pero sin resultado. Algunas regiones han intentado superar las restricciones impuestas por Roma.
En Tirol del Sur, la provincia autónoma de Bolzano, intento a finales de año abrir los remontes para los habitantes de la provincia. Antes de renunciar, ante el deterioro de la situación epidemiológica y la baja rentabilidad.
En cuanto a la apertura después del 15 de febrero, para la mayoría de las estaciones del esquí es demasiado tarde para contratar al personal necesario y rentabilizar la temporada.
Fuente: lugaresdenieve.com