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Cada vez tenemos más claro que este año vamos a tener temporada de esquí. Y es que los niveles de vacunación están siendo muy altos y la situación permite ir entrando en cierta normalidad. No obstante, todavía hay que estar 'ojo avizor' contra la pandemia, y por eso los diferentes países mantienen ciertas restricciones.
El turismo de invierno no se ha salvado de estas limitaciones, aunque van a ser muchísimo menores que lo que vimos el año pasado. Adiós a la restricción de aforos, a las distancias de seguridad y hasta la capacidad de los remontes volverá a ser al 100%.
Aunque en casi todos los casos, actualmente la competencia en materia de prevención contra el COVID está en manos de autoridades regionales, autonómicas o locales, a nivel general esto es lo que se ha dictado de momento en los principales países alpinos con estaciones de esquí, que es donde se concentra el grueso de los turistas que quieren practicar este deporte en invierno.
Fue uno de los países que primero empezaron a definir como se abordaría la próxima temporada en cuanto a la protección frente al COVID. Y es que allí la campaña de invierno empieza pronto al concentrar la mayor cantidad de glaciares abiertos en verano y otoño.
En Austria podrás esquiar tranquilamente, siempre y cuando lleves encima un Certificado que garantice que estás vacunado contra el coronavirus. También vale que demuestres que estás inmunizado, pero si la cosa se pusiese fea a mitad de temporada, has de tener en cuenta que pueden apretar más y dejar pasar solamente a los que tienen la pauta completa, lo que ellos llaman el 2-G, y lo puedan demostrar con el Pasaporte COVID. Esto será casi seguro en los bares de apré-ski.
No habrá límite de capacidad en los remontes, pero para poder comprar un forfait te pedirán que estés vacunado o inmunizado. Queda por ver quien va a pedirlo. En taquillas es más sencillo, y muchas estaciones de esquí ya han mostrado su intención de hacerlo. Pero el que compre su paquete de vacaciones con pase incluido, deberá estar también atento, ya que la policía el invierno pasado hizo controles aleatorios.
Lo que sí se mantiene para espacios cerrados como los restaurantes o las cabinas, es la obligación de llevar una mascarilla FFP2.
No obstante, el día 13 de octubre se tenía que confirmar toda esta regulación, pero problemas políticos en el Gobierno de Austria han obligado a retrasar la publicación de las medidas,
En Italia sí mantienen cierta limitación en la capacidad de sus remontes. Las cabinas se podrán ocupar a un máximo del 80%. Esta medida parece que no afecta a los telesillas (a no ser que se baje la capota, si la hay).
En Italia se han puesto bastante duros a la hora de proteger a las personas que todavía no se han vacunado. Así que, para evitarles un contagio, desde el 15 de octubre no se puede ir a trabajar sin estar vacunado. Esto afecta también a los empleados en las estaciones de esquí.
También se pedirá llevar encima el Green Pass, (certificado COVID) para poder acceder a las estaciones de esquí. Esto es algo que han pedido las mismas empresas y organismos relacionados con el sector de la nieve, como son la Federación Italiana de Deportes de Invierno (FISI), la Asociación Nacional de Operadores de Teleféricos (Anef), la Asociación de Maestros Italianos de Esquí (Amsi) y el Colegio Nacional de Maestros (Colnaz).
Aquí el Certificado COVID se llama Pase Sanitario, y aunque en un principio parecía que iba a ser obligatorio para esquiar en las estaciones de país o incluso reservar una habitación de hotel, finalmente se han echado atrás. Primero fue Jean Castex, Primer Ministro de Francia, quien aseguró que no se iba a pedir nada, y días más tarde e Secretario de Estado para el Turismo lo hizo oficial: no van a aplicar ninguna regulación en cuanto al tema COVID.
Sí se pedirá para entrar en restaurantes, tal como se hace en el resto del país, aunque no en las terrazas. También se pedirá la mascarilla para subirse a las cabinas de los remontes.
El Pasaporte Sanitario, que se introdujo en el mes de junio, se pide actualmente en Francia para entrar en muchos sitios como cines, teatros, museos o viajes de larga y media distancia
Además, las estaciones se negaban a ir pidiendo nada a sus clientes, dejando el tema en manos de la policía, que lógicamente no iba a da abasto.
Los turistas que entren en Suiza sin poder mostrar un certificado conforme han sido vacunados (o están inmunizados), pueden presentar un test negativo de COVID de un máximo de 72 horas. Además, se hace complementar un formulario donde se indica el lugar de alojamiento y zonas a visitar entre otros.
Para entrar a los restaurante o bares, se deberá hacer con certificado COVID conforme está vacunado, inmunizado o recuperado.
Solo la estación de esquí de Fideriser Heuberge ha anunciado que exigirá el Certificado COVID para poder esquiar en sus instalaciones. Para el resto de los complejos invernales, el Gobierno no obliga a pedir nada.
Nuestros vecinos de los Pirineos, anunciaron hace unos días que sus estaciones de esquí no están obligadas a pedir ningún certificado de protección ante el COVID para poder entrar en sus instalaciones y subirse a sus remontes.
Andorra se suma de esta manera a su también vecina Francia, a la espera de lo que hagamos nosotros en España.
En nuestro país las competencias en Sanidad las tienen las Comunidades Autónomas. Ellas fueron las que dejaron abrir o no las estaciones, o las que pusieron algún tipo de restricción para limitar la afluencia. Notable fue el caso de las estaciones de la Cerdanya, a las que la Generalitat impidió que llegaran esquiadores de otras comarcas y provincias en plenas navidades. Peor estuvieron las de Aragón, donde la DGA restringió el movimiento entre provincias y la entrada de visitantes de otras partes de España, lo que obligó a un cierre de facto de sus complejos invernales, a excepción de Astún, que se tuvo que conformar con los pocos clientes de Huesca.
Este próximo invierno será igual. Aquí se ha intentado hacer mostrar un pasaporte COVID para entrar o acceder a ciertos espacios con público, pero los Tribunales de Justicia de la Comunidad correspondiente suele tumbar la medida. Habrá que ver si somos el único país de Europa que no pide ningún tipo de certificado anti-COVID o si a lo largo de estos meses que aún queda para abrir nuestra temporada de esquí se desencalla este asunto.
Fuente: nevasport.com