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¿En tu viaje a esquiar a Cerler te apetece hacer una ruta por la montaña, sencilla, pero bonita, para conocer los alrededores? ¿Cuáles son los paseos más recomendables para explorar el entorno del espectacular valle de Benasque? Dependerá del tiempo y de la forma física que tengáis, pero un recorrido imprescindible y apto para casi todos los públicos es la ruta de las tres cascadas de Cerler.
Esta es una de las excursiones de Cerler más populares por las grandes recompensas que tiene: visita tres cascadas (de la Masearada, El Clotet y El Bom) y pasa por un entorno espectacular, está bien señalizada, es apta para niños y mascotas porque no tiene ningún paso complicado ni expuesto en verano (ahora bien, leed la descripción de la ruta, porque hay algún tramo delicado si vas en invierno) y no tiene un gran desnivel ni es demasiado larga. A tener en cuenta: no está adaptada ni para personas con movilidad reducida ni para ir con carritos de bebé.
-Distancia: 7 kilómetros.
-Tipo de ruta: Circular.
-Dificultad: Fácil.
-Tiempo estimado: 2 horas y 30 minutos (sin paradas).
-Desnivel: 265 metros.
-Es gratuita (es decir, no hay que pagar tasas ni impuestos).
La baja dificultad y los preciosos paisajes que regala la ruta de las tres cascadas de Cerler la convierten, como decíamos, en una de las rutas más populares y bonitas del pueblo, que como curiosidad, es el que está a mayor altitud en el Pirineo Aragonés (se encuentra a 1.540 metros). Un imprescindible para los que van a esquiar a Cerler o para los que pasan sus vacaciones estivales en el valle de Benasque.
Antes de empezar la ruta, es importante seguir unos consejos básicos en la montaña: hay que llevar un calzado adecuado (aunque sea fácil, no vale ir con bailarinas o con tacones); llevar la ropa que toque para al tiempo previsto, que siempre hay que consultar previamente; coge suficiente agua para todos los miembros del grupo, y adaptada al calor que haga; echad algo de comida siempre en la mochila, aunque no tengáis pensado comer en la ruta, sobre todo algo de chocolate y frutos secos por si a alguien le da "el bajón". La ruta es toda al descubierto, sin sombras, lo que es importante tener en cuenta en días de calor para ir convenientemente protegidos y evitar las horas centrales del día.
La ruta de las tres cascadas comienza en el mismo pueblo de Cerler. Si nos alojamos aquí, lo tenemos fácil; si llegamos en coche, también, ya que en la misma entrada del municipio, donde se aprecia el casco antiguo, se encuentra un área de aparcamiento para dejar el vehículo. Desde ahí, cogeremos la calle Obispo hasta llegar al lavadero municipal, donde ya podremos seguir la señalización hacia la ruta, que conduce inicialmente hasta la ermita de San Pedro. El recorrido está todo guiado con marcas amarillas y blancas (Pequeño Recorrido, PR).
Desde aquí seguiremos sin pérdida hasta el barranco Remascaro y la colada del Ampriu, un espectáculo natural muy interesante que se crea gracias a la erosión y su posterior depósito de diferentes materiales naturales. Cerca hay un puente de madera (el puente de Vadiello o Palanca del Molín).
A partir de este punto nos saldremos del camino lógico y seguiremos por la ribera del río, por donde llegaremos hasta una presa que tiene un sendero contiguo. Lo seguiremos hasta volver al camino. Cuidado porque en este tramo es bastante fácil equivocarse y, aunque no nos perderemos, seguiríamos la ruta por un lugar algo más complicado; la primera cascada, la del Bom, es habitualmente la más caudalosa y espectacular, y nos podremos mojar (algo que agradeceremos en verano) pasando por una pasarela de acero que está muy cerquita.
Posteriormente continuaremos por el sendero y pronto llegaremos a las cascadas de El Clotet y de la Mascarada, ante las que cruzaremos por puentes metálicos que también nos dejarán muy cerca del agua; normalmente estas suelen tener menos caudal que la primera.
El recorrido concluye por un terreno de roca erosionada por donde tendremos un cable metálico para pasar con seguridad. Ojo porque si haces la ruta de las tres cascadas de Cerler en invierno, aprovechando tu escapada a la nieve, este punto es algo delicado; sin ser para expertos, sí hay que tomar especiales precauciones para evitar sustos, ya que el terreno puede estar congelado y ser muy resbaladizo. Seguiremos por la ladera del barranco hasta los bancales de Paluenca, donde antiguamente se cultivaba cereal.
Finalmente, volveremos al pueblo. Antes de llegar, tendremos una espectacular fotografía del valle de Benasque y de los Pirineos. Ya en Cerler, si habéis pasado de largo al principio y todavía no lo conocéis, tenéis una buena oportunidad para pasear por su casco antiguo y por sus pintorescas calles, con interesantes casas nobles y otros edificios históricos que están muy bien conservados. La ruta de las tres cascadas también se puede comenzar desde la misma estación de esquí de Cerler, aunque es más recomendable iniciarla desde el pueblo.
Si después de hacer la ruta de las tres cascadas de Cerler os habéis quedado con las ganas de conocer más sus alrededores, tenemos más propuestas fáciles. Toma nota:
-Sendero botánico Gorgas de Alba. Las gorgas son las cascadas que forma el río Ésera. Se trata de un divertido recorrido circular de 2,5 kilómetros con un desnivel de 130 metros y que atraviesa un bosque de hayas. Se puede hacer en apenas una hora, algo más si se va con niños y vamos haciendo paradas. Podemos dejar el coche en el aparcamiento del Hotel Turpi, a unos 9 kilómetros del pueblo de Benasque.
-Cascada de Espigantosa. Una ruta muy cortita, ideal para familias con peques, de apenas 5 o 10 minutos caminando desde donde se deja el coche. Tomaremos la carretera A-139 desde el pueblo de Cerler, en dirección a Eriste, y antes de llegar nos desviaremos hacia el refugio Ángel Orús. Tras un primer tramo asfaltado, seguiremos por una pista con un tramo en ascenso pronunciado, tras el cual llegaremos al parking. Desde aquí un breve paseo nos llevará a una espectacular vista de la cascada, en pleno Parque Natural Posets Maladeta, tras apenas 40 metros de desnivel y menos de un kilómetro entre ida y vuelta.
-Ruta Cerler-Benasque. Aunque tiene algo más de complicación por el desnivel y por la duración, no deja de ser un paseo sencillo y muy bien señalizado que conecta ambos pueblos del valle de Benasque. Son 10 kilómetros, es circular y presenta un desnivel de 500 metros, que podremos recorrer en algo más de tres horas y media. Comenzaremos al lado del Hotel Aneto, tomando un sendero que sigue una fuerte subida hacia el pueblo de Cerler, sin pérdida, desde donde sigue ascendiendo hasta el parking de la estación de esquí; después baja hasta Anciles, pasando por zonas de bosques y pastos y siguiendo caminos tradicionales. Una vez aquí, la ruta se convierte en un agradable paseo, recorriendo el Camino de la Ribera, al lado del río Ésera, desde donde podremos maravillarnos contemplando las cumbres pirenaicas que se dibujan alrededor del valle.
