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Las grandes estaciones alpinas oscenses acaparan más de la mitad de los fondos, mientras los espacios nórdicos aseguran mejoras clave en su infraestructura.
El Gobierno de Aragón ha aprobado la asignación de 48 millones de euros dentro del Plan Pirineos, una inyección económica crucial para modernizar las estaciones de esquí y garantizar su competitividad frente a los retos climáticos y de mercado.
Esta cifra, que forma parte de los 66 millones solicitados en total, refleja una apuesta por la innovación tecnológica, la mejora de las infraestructuras y el fortalecimiento del turismo de montaña en el Pirineo aragonés.
Más de la mitad del presupuesto aprobado se destinará a las grandes estaciones de esquí alpino. Formigal-Panticosa, gestionada por el Grupo Aramón, se alza como la principal beneficiaria, con más de 23 millones de euros de los 31 millones solicitados.
Este montante permitirá ampliar su superficie innivada, renovar equipamiento técnico y consolidar su posición como uno de los referentes del esquí en la península ibérica.
Cerler, otra de las joyas del Grupo Aramón, recibirá 12,6 millones de euros, dedicados principalmente en sistemas de innivación y mejoras en las pistas, aunque quedó lejos de los 16 millones que había solicitado.
Por su parte, Astún contará con 6,5 millones de euros, mientras que Candanchú recibirá 4,1 millones, una suma que busca reforzar sus infraestructuras tras años de incertidumbre financiera.
El Plan Pirineos también ha reservado fondos para los espacios nórdicos. Llanos del Hospital, en Benasque, destaca con una asignación de 555.000 euros de los 766.000 solicitados, recursos que permitirán acondicionar este enclave estratégico del esquí de fondo.
Linza, gestionado por el Ayuntamiento de Ansó, recibirá 349.000 euros, mientras que Lizara, en la Mancomunidad Forestal de Aragüés del Puerto-Jasa, contará con 62.000 euros para reforzar sus infraestructuras.
Oza también se beneficiará con una partida de 232.000 euros, crucial para mantener su atractivo en un mercado cada vez más competitivo.
Uno de los objetivos del Plan Pirineos es la inversión en sistemas de innivación artificial. La tecnología de cañones de nieve de última generación será protagonista, garantizando la apertura de pistas incluso en inviernos de escasas precipitaciones.
Estas instalaciones, más eficientes y sostenibles, no solo optimizan el uso del agua y la energía, sino que también permiten una rápida cobertura de nieve en áreas clave de las estaciones.
El Plan Pirineos no solo pretende mejorar las infraestructuras turísticas, sino también revitalizar la economía local.
Las inversiones generan empleo directo e indirecto, benefician a sectores como la hostelería y el comercio, y refuerzan el papel del turismo invernal como motor del PIB regional.
Fuente: lugaresdenieve.com
