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El esquí de montaña es un deporte que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Cada vez son más las personas que buscan aventuras, desafiar sus límites y salir de vez en cuando de las encorsetadas pistas de esquí. La experiencia del Skimo, desde luego, es única y no tiene precio. Pero los riesgos son mucho mayores. Tanto si es la primera vez que te quieres aventurar a hacer travesías por tu cuenta como si ya tienes algo de rodaje, no está de más recordar estas normas básicas para que tengas una escapada segura (dentro del riesgo inherente a esta actividad). Porque lo mejor de las aventuras es volver para contarlas.
Si nos lanzamos a hacer una travesía de esquí de montaña, sabemos que hay muchos factores que pueden dificultar la progresión: desde las precipitaciones, hasta el viento, el tipo de nieve o la temperatura. Hay cosas que no están en nuestras manos... relativamente. Pero existe el factor humano que nos hace responsables de ciertas cosas: consultar el meteo y las condiciones de la nieve con una buena planificación, evitar en la medida de lo posible los riesgos de avalancha y ser capaces de reconocerlos.
Planificación
-Recoge toda la información necesaria y relevante para la expedición: partes meteorológicos, previsión de nieve y de su estado, riesgo de avalanchas, etc. Si las condiciones no son óptimas, no confiéis en eso de que "los del tiempo nunca aciertan". Más vale pecar de prudentes y cambiar los plantes: una ruta más sencilla o aprovechar para hacer otra actividad más segura.
-Calcula bien el tiempo. Las horas de luz son mucho menores en invierno y es un factor importante a tener en cuenta. La progresión en el Skimo se suele medir en unos 300 o 400 metros de desnivel por hora, que variará en función de las características del grupo (si sois muchos o pocos) y la condición física de sus integrantes. A nuestro cálculo le tendremos que sumar los descansos. Aunque desde el cómodo sofá de casa creáis que sois capaces de avanzar cuatro horas sin parar, lo haréis: para beber, para comer algo, para hacer una foto, para ajustaros los esquís...
-Prohibido ir solos. Es una regla que debemos aplicar a la montaña en general y al Skimo en particular por sus riesgos. Tampoco os vayáis al otro extremo, en una manada de treinta personas: en el esquí de montaña, lo ideal (por su flexibilidad y cómodo avance) es un grupo de unas ocho personas. Material básico Vamos a soltar la perogrullada de que, además de llevarlo, hay que saber utilizarlo.
-Arva, pala y sonda. Equipo individual obligatorio, nos pueden salvar la vida en caso de emergencia. El primer "palabro" son las siglas que vienen del francés "Appareil de recherche de victimes d'avalanches" y que designan a este aparato transmisor y receptor que ayuda a la localización de personas. Puede marcar la diferencia entre morir o sobrevivir. Las palas existen hoy día en muchos modelos y materiales (las más ligeras son las más cómodas de llevar y utilizar, pero no olvides la robustez). Las sondas son esas varas largas y plegables que ayudan a localizar a las víctimas de las avalanchas, de unos 2 metros y 40 centímetros. Si quieres conocer con exactitud cómo usar el arva, la pala y la sonda, no te pierdas este artículo. ¡Muy recomendable...y aconsejable!
-Casco. Imprescindible dentro y fuera de las pistas.
-Airbag. Es un complemento que amortigua los enterramientos en la nieve.
-Botiquín. Necesario mientras se espera el rescate.
-¡Teléfonos! Todos los integrantes del grupo deben llevar uno. ¡Con batería, claro! Recuerda los teléfonos de emergencia: 112 en toda Europa y, específicamente en España, el 062 es el cuerpo de rescate en montaña de la Guardia Civil. ¡Mucho ojo con "aventuras" como esta!: