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Siempre te ha llamado la atención eso de esquiar pero lo veías como algo lejano, casi imposible, e incluso temeroso. Al fin, te han liado unos y otros, los amigos o la pareja, y te han convencido para organizar un viaje a la nieve. Te apetece, pero estás lleno de dudas y de miedos que seguro que se te pasarán cuando experimentes las sensaciones únicas que brindan los descensos por las laderas blancas. Pero es lógico que, desde la distancia y el desconocimiento, te generen algunas incertidumbres. Vamos a orientarte con algunas de esas preguntas que rondan por tu cabeza.
¿Estoy preparado para esquiar?
El esquí es un deporte exigente, pero no es un maratón por montaña, tranquilo. Como en cualquier deporte, si quieres disfrutar de la experiencia y aguantar un tiempo aceptable, debes estar en una buena forma física. No se trata de ser Ingemar Stenmark, pero sí de estar acostumbrado a hacer algo de deporte.
El esquí y el snowboard son deportes intensos, y si no estás preparado, te cansarás antes, no podrás disfrutar al máximo de la jornada y al día siguiente tendrás unas agujetas terribles. Para evitarlo, sal a correr o haz largas caminatas y realiza ejercicios que tonifiquen cuádriceps y glúteos.
¿A qué estación de esquí voy?
Seguramente en tu primer viaje de esquí irás acompañado y los expertos se habrán encargado de buscar una estación adecuada para todos. En cualquier caso, asegúrate de que en tu destino haya una buena variedad de pistas de esquí para principiantes (verdes y azules) para no aburrirte bajando siempre por los mismos trazados, y que haya una oferta interesante de actividades après-ski.
¿Qué es el forfait?
Un elemento al que estamos tan acostumbrados los amantes del esquí, quizás suene a “palabro” a las personas ajenas al mundillo. El forfait del que te habrán hablado tanto no es ni más ni menos que la “entrada” que te facilita el acceso a los remontes en la estación de esquí. También existe el skipass, un sistema de acceso recargable online.
Sin estos pases, puedes esquiar igualmente en las pistas, pero no podrás usar los sistemas de transporte. No te lo aconsejamos; por muy fuerte que creas que estás, subir andando con nieve y cargando los esquís no es la experiencia más agradable del mundo. Y hay que dar de comer a las empresas que nos dejan tan bien preparada la nieve, ¿verdad?
¿Cómo llego a una estación de esquí?
Muchas estaciones de esquí ofrecen servicio de skibus, es decir, que te transportan directamente desde alguna ciudad hasta las mismas pistas. En el precio incluyen forfait y transporte. Es muy habitual también desplazarse en coche; en ese caso, recuerda que en la montaña el tiempo puede cambiar muy rápido y que en los alrededores de las estaciones de esquí hay nieve, así que no te olvides de llevar cadenas y de saber colocarlas con relativa rapidez.
¿Qué ropa debo llevar?
Somos conscientes de que en tu primer viaje de esquí no vas a comprarte un equipo de elite. Lo único que debes saber es que basta con seguir el clásico sistema de las tres capas. Si eres un aficionado a la montaña seguro que ya tienes estas prendas en tu armario: una camiseta y un pantalón térmico que transpire, pero que guarde el calor; un polar; y un anorak y un pantalón impermeable que al mismo tiempo ejerza de cortavientos.
Como en cualquier deporte de montaña, es importante no sudar. Con este sistema podemos ir retirando capas fácilmente en función de la intensidad de la actividad física y del tiempo que haga en cada momento del día. Debemos añadir, eso sí, unos guantes impermeables, un gorro, una braga para proteger el cuello, un casco y unas gafas de ventisca.
De manera a darte todas las herramientas necesarias para preparar de la mejor manera tu primera experiencia en la nieve, AQUÍ te dejamos otro artículo en el que te damos algunas pautas para el buen cuidado del cuerpo a la hora de esquiar.
