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El esquí y el snowboard nos permite acceder a espacios y tener unas perspectivas de las montañas nevadas que difícilmente podríamos lograr de otra manera. Ahora bien, existen miradores que se han colocado en puntos estratégicos en los que la panorámica es de infarto y a los que no debes dejar de asomarte. Uno de ellos es el Mirador Roc del Quer de Andorra, un auténtico emblema del país que ofrece unas vistas asombrosas de los Pirineos.
El Mirador Roc del Quer de Andorra es uno de los más conocidos por ofrecer, no solo unas buenas vistas, sino una experiencia con la que tendrás la sensación de estar sobrevolando el valle y las montañas de los alrededores. ¡Te explicamos todo lo que debes saber de este espacio!
Hay miradores y miradores. Los hay en medio de la carretera, con vistas impresionantes y carteles explicativos de la orografía que tenemos delante, y hay otros que van un paso más allá y que nos invitan a vivir una experiencia diferente. Ese es el Mirador de Roc del Quer de Andorra, un lugar de los que no se olvidan.
A este mirador también se le llama Roc del Quer de Canillo, ya que se encuentra en esta parroquia que da nombre a un sector de la estación de esquí de Grandvalira. Tiene una primera parte con bancos que nos ofrecerá buenas panorámicas del entorno y un pequeño edificio que da acceso a la zona más espectacular: una pasarela con partes de vidrio transparente suspendida en el aire y que da la sensación de estar sobrevolando los Pirineos.
El Mirador Roc del Quer de Andorra tiene 20 metros de largo, de los cuales 8 están sobre tierra firme y los 12 restantes son sobresalientes. Por si fuera poco, está a 1.913 metros de altitud y tiene 500 metros de caída libre. ¡Absténganse personas con vértigo!
Cuando llegues al final de la pasarela, no te asustes si ves la figura de un hombre reflexionando y sentado en una barra de hierro encima del vacío. Se trata de una escultura del artista Miguel Ángel González con la que pretende transmitir la idea de una persona pensando y en actitud calmada, una pose que contrasta con el hecho de estar en el borde de una viga a tanta altura, como si eso no le diera miedo, sino que le aportara fuerza y seguridad.
El Mirador Roc del Quer de Andorra es una buena ventana para tener una de las mejores perspectivas de los Pirineos nevados. Enfrente deja una panorámica de los valles de Montaup y del Valira d’Orient y para facilitarte la identificación de todo lo que ves, hay un cartel explicativo sobre los puntos más interesantes y cómo se ha ido perfilando el paisaje desde un punto de vista geológico con el paso de los años (¡y de los siglos!).
Al ser uno de los puntos más emblemáticos y turísticos de Andorra, es fácil llegar hasta el mirador Roc del Quer. No está a pie de carretera, pero es accesible para todo el mundo. Tendremos que seguir la CS-240 desde Canillo o desde el pueblo de Ordino, que es la carretera que une ambas localidades y que lleva al puerto de montaña de Ordino. Está en el kilómetro 6,5 y muy cerca tiene una extensa área de aparcamiento. Cuando bajéis del coche, tendréis unas primeras vistas que son un anticipo de lo que os espera en la pasarela.
Otra forma muy recomendada para ir al Mirador Roc del Quer de Andorra es en autobús: hay un bus regular que sale del centro de la población de Canillo y que deja en el mismo parking; está incluido en la entrada y tiene una frecuencia de 30 minutos (tanto en la ida como en la vuelta).
Desde el aparcamiento hay un kilómetro caminando hasta la zona del Mirador Roc del Quer de Andorra. No tiene pérdida, ya que está señalizado, asfaltado, con una valla de madera y además suele haber gente. Sigue un ligero ascenso, pero tranquilos, es apto para todo el mundo. Llegaréis hasta unos carteles informativos que guían hacia la izquierda, donde entraréis en un camino de tierra.
Cerca encontraréis unos monumentos un tanto peculiares que reciben el nombre de “Estructuras autogeneradoras” y que son obra del artista y arquitecto mejicano Jorge Dubon. Datan de 1991 y son como tres grandes troncos que se elevan del suelo, simbolizando la voluntad del ser humano frente a la grandeza de las montañas. En este espacio hay bancos en los que dejarse llevar por las vistas y marcos en los que hacerse fotos.
Ya estaremos junto al Mirador de Roc del Quer. Para acceder a la pasarela que está suspendida en el aire se recomienda reservar con antelación. Desde el año 2020 la entrada es de pago durante el verano: se puede comprar solo para este mirador o el pack que incluye también la visita al Puente Tibetano de Canillo, otro de sus grandes y espectaculares atractivos turísticos. Ahora bien, en invierno el acceso es gratuito.
Si vas a esquiar a las estaciones de Andorra, como Grandvalira u Ordino-Arcalís, no deberías dejar de asomarte al Mirador Roc del Quer. Ofrece unas vistas espectaculares del entorno nevado y una experiencia que vale la pena vivir. Además, no te supondrá un gran desvío en tu viaje por la zona.
El invierno es uno de los mejores momentos para ir. No solo porque es gratuito en esta época del año, sino por la belleza del paisaje que se abrirá ante vosotros, con las montañas pirenaicas nevadas, y porque hay mucha menos gente que en verano. En época estival, hay que decir que suele masificarse bastante, por lo que si vas estos meses, es interesante madrugar para evitar grandes aglomeraciones, sobre todo los fines de semana.
Por otro lado, como hemos dicho, el Mirador Roc del Quer de Andorra está a más de 1.900 metros de altitud, lo que implica estar inmersos en un clima de alta montaña que puede ser cambiante, así que hay que consultar la meteo para elegir la vestimenta adecuada. También es interesante elegir un día claro; lógicamente, si el día sale con niebla, un mirador pierde toda la gracia.
Si te han gustado las alturas del Mirador Roc del Quer de Andorra, pero echas en falta un punto de adrenalina, te proponemos completar la visita con otro punto espectacular: el Puente Tibetano de Canillo. Es uno de los más largos del mundo con más de 600 metros de longitud, un metro de ancho y 158 metros de caída. Se encuentra en el Vall del Riu, a 1.875 metros de altitud.
En este caso, no podréis ir en coche: el único acceso es en el autobús que lleva desde el pueblo de Canillo y que está incluido en la entrada al puente. Desde donde deja hay que caminar unos 900 metros. Durante este increíble paseo de altura tendréis bonitas fotografías, que son todavía más especiales durante el invierno.
