Ya sabes que ir a esquiar, es mucho más que esquiar. Además de practicar nuestro deporte favorito, nos gusta probar nuevas experiencias, participar en actividades que conviertan ese viaje en uno de esos que recordamos siempre. Las estaciones de esquí, con el tiempo, han ido sumando varias propuestas para hacer en la nieve, más allá de bajar por las pistas. Una de las que ha ganado mucho peso en los últimos años es el “mushing”, es decir, los trineos con perros.
Se acercan a esta experiencia las parejas que buscan hacer algo romántico e intrépido al mismo tiempo, las familias con peques que quieren vivir en sus carnes cómo es un viaje de esos animales que inmortalizó la mítica novela y después serie televisiva de Colmillo Blanco… es una expedición curiosa y apta para todos los públicos. Te contamos todo lo que debes saber sobre los populares trineos tirados por perros y cuáles son los mejores lugares para disfrutar de esta aventura.
Los trineos tirados por perros, hoy una actividad muy popular en muchas estaciones de esquí, no es un invento moderno ideado para los turistas. Esta práctica tiene una larga historia detrás. Tanto, que se remonta a antes de la aparición de la rueda. Ese invento permitió que pudiéramos recorrer largas distancias con menos esfuerzo y hasta ese momento, algo había que idear para no tener que caminar kilómetros y kilómetros.
Especialmente en lugares como Laponia, territorio hostil para el desplazamiento humano a pie por sus bajas temperaturas, alrededor de los 30 grados bajo cero. Así que allí empleaban hace siglos unos trineos que tiraban perros de la raza gamutik. Sin embargo, no eran los canes más fáciles de domesticar, por lo que hicieron mestizajes y probaron otras razas como el husky, que es el que más se emplea en la actualidad y el que representa el mushing en el imaginario popular.
El uso de los trineos con perros se fueron extendiendo de manera definitiva por el globo a principios del siglo XX, cuando llegó la fiebre del oro a Alaska y Canadá. Tomaron el ejemplo de Laponia en el desplazamiento y comenzaron a utilizar los trineos tirados por perros. Se dice que los colonos franceses los animaban a avanzar sobre la nieve gritándoles: “Marche”. De ahí derivó las denominaciones actuales de este mundillo: al conductor se le llama “musher” y, al deporte, “mushing”.
¿Y en qué momento pasó a ser el mushing un deporte? Tenemos que ir hasta 1925 para recordar lo que fue un hito: en Alaska se recurrió a estos canes para transportar medicinas y víveres en una distancia de nada menos que 1.600 kilómetros. Lo hicieron varios equipos que se fueron relevando hasta lograr la gesta. De ahí nació la mítica y popular competición Iditarod, que todavía se sigue celebrando en la actualidad todos los años a principios de marzo. En ella, los participantes deben hacer un recorrido de 1.300 kilómetros en sus trineos tirados por perros sobre la nieve.
Este bonito deporte acabó llegando a Europa con pruebas de mushing en Suiza en 1965 que rápidamente llegaron a otros puntos del continente. En España también se han celebrado competiciones durante dos décadas, siendo la última en 2012. Los trineos con perros se convirtieron oficialmente en una disciplina deportiva en 1999, cuando entró a formar parte de la RFEDI.
Hoy los trineos con perros son una de las actividades complementarias más solicitadas de los viajes a las estaciones de esquí. Esta experiencia invita a los participantes a recorrer caminos y bosques de gran belleza desde una perspectiva diferente, con mucha interacción con el entorno, y con unos animales nobles, fieles y de gran instinto que disfrutan con la acción. Para ellos es un juego y para ti, toda una aventura.
¿Y qué cuesta montar en un trineo con perros? No podemos darte un precio exacto porque depende de diferentes factores: la empresa que ofrece los paseos, su duración, su destino y distancia a recorrer, si se hace por el día o por la noche (sí, ¡también hay “mushing” nocturno!), si es en una fecha clave (como Navidad), según la edad de los participantes… Para que te hagas una idea, los paseos de “mushing” suelen costar unos 40 euros por persona para una duración de 15-30 minutos (los peques suelen pagar la mitad). Hay trineos familiares para dos adultos y dos niños con un precio que ronda los 300 euros.
Si te animas a probar una experiencia mágica y bonita como esta que permite explorar el territorio nevado y salvaje con trineos tirados por perros, aquí te dejamos algunos de los mejores destinos para reservar la actividad cerca de casa:
La Val d’Aran es un destino privilegiado para experimentar un paseo en trineos con perros. La emblemática estación de esquí catalana pone a disposición de este deporte varias pistas con longitudes de entre 3 y 14 kilómetros. Hay experiencias muy interesantes como la que incluye la visita al pueblo abandonado de Montgarri o explorar el bosque de Dossau, donde también se ofrece la posibilidad de ir en trineos tirados por caballos.
Esta comunidad autónoma dispone de tres lugares específicos que son una auténtica joya para descubrir y gozar de los trineos con perros: Llanos del Hospital, Linza y Pineta. Además, tienen una cierta fama; una prueba de ello es que el Espacio Nórdico de Linza alberga cada año el Campeonato Autonómico Vasco Navarro de “mushing”, una buena oportunidad para ver cómo se desenvuelve la elite en sus diferentes modalidades (canicross, BikeJöring, Skijöring, Cart y Triciclo). Tú mismo eliges cómo quieres hacer “mushing” en estos destinos.
Sin salir de la región aragonesa, os proponemos una experiencia algo más diferente y atrevida para vivir todavía más de cerca la experiencia de los trineos con perros: se puede reservar una aventura en la que tú mismo tiras del trineo. Recuerda que el “mushing” no es tan sencillo como dejarse llevar por la fuerza y el instinto de los canes, sino que hay que tener un conocimiento y una forma física que te permita conducirlos correctamente y sin sobresaltos. Así que si no estás seguro de ser capaz, siempre tienes la opción de dejarte llevar con las opciones familiares que ofrecen y en las que todos iréis sentados cómodamente mientras los animales son guiados por un “musher” profesional.
Una estación emblemática como la granadina permite descubrir sus espectaculares paisajes, que se alzan sobre la ciudad de Granada y las Alpujarras, en compañía de estos perros preparados para correr en la nieve. Ofrece la experiencia de los trineos tirados con perros la empresa Aventura Polar en el Sur, que es la pionera en ofrecerla en todo el estado español, después de que sus impulsores conocieran de cerca el deporte y tradición en el círculo polar ártico y en Canadá. Son conocidos por dispensar un trato exquisito a los clientes que se acercan a conocer esta práctica ancestral.
Una de las mejores estaciones de esquí andorranas como es Grandvalira es un destino excepcional para practicar “mushing”. Tienen varios circuitos marcados que van de los 2 a los 10 kilómetros de longitud en Riba Escorxada (en el sector El Tarter) y en el Centro de Actividades de Aventura (en Grau Roig). Se puede elegir entre trineos con perros con guía y otros que conduces tú mismo, para darle más emoción.
