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Dormir a pie de pistas significa estar rodeados de naturaleza y despertarte a pocos metros de la estación de esquí. Una buena opción para no perder el tiempo en desplazamientos y exprimir a tope tus jornadas en la nieve. Pero, ¿qué te parece si te decimos que es posible pernoctar, no “a pie de pistas”, sino “dentro” de las pistas de Formigal?
Es lo que nos proponen con la experiencia única y exclusiva de Las Mugas de Formigal. Unos alojamientos para pasar la noche en medio de la montaña nevada más salvaje, sin más rastro de civilización que estos alojamientos y los remontes, como si estuviéramos haciendo vivac, pero con todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas: calefacción, electricidad, agua caliente, camas confortables, nevera llena… ¿Te animas a descubrir la noche más auténtica del Pirineo Aragonés?
Este peculiar alojamiento de la estación de esquí de Formigal, en pleno Pirineo Aragonés, nos permite vivir una experiencia salvaje en medio de la montaña por la noche, pero con todas las comodidades y seguridades que nos da un hotel. Cuando decimos experiencia, es porque no consiste únicamente en un lugar para dormir, sino que incluye un completo programa de actividades, desayuno y cena (que veremos en los próximos apartados).
Las Mugas de Formigal son una especie de refugios de alta montaña en forma de bola o de iglú que están a 1.800 metros de altitud en el Valle de Tena. El entorno es espectacular en el que, por la noche, la magia y el romanticismo cubren el lugar. Pese a estar en un entorno de alta montaña, ya te hemos dicho que estos domos cuentan con todas las comodidades. Así que hay servicio de habitaciones las 24 horas y nevera surtida.
Cada uno de estos domos tiene 35 metros cuadrados muy bien aprovechados. Reina un estilo nórdico, con un mobiliario sencillo y elegante, que ayuda a crear un ambiente muy cálido. Hay un baño particular y una cama grande frente a un ventanal que permite que no pierdas de vista en toda la noche ni el cielo estrellado ni la montaña nevada, para que pases una velada de ensueño. Por la misma cristalera os acariciarán los primeros rayos del sol al amanecer.
Eso sí, pese a estar viendo la nieve, no pasarás nada de frío: y es que Las Mugas de Formigal cuentan con estufas de pellets que caldean la estancia, al tiempo que aportan ese toque encantador que da el poder ver la llama. De todas formas, estos alojamientos están diseñados para ser eficientes desde el punto de vista energético, de manera que absorben los rayos del sol durante el día, lo que permite que se mantengan a una temperatura agradable por la noche.
A eso habría que añadir el bajo impacto ambiental de la construcción, ya que son hoteles-iglú sin cimentaciones y ni hormigón, se asientan sobre unas estructuras y son totalmente desmontables.
Además de la cama de matrimonio, Las Mugas de Formigal cuentan con un altillo con capacidad para dos niños a partir de 9 años. Se accede a través de una escalera de mano de madera.
¿Y por qué se llaman “las mugas” de Formigal? Esta palabra viene del euskera y del aragonés y significa “paso” o “frontera”, nombre muy apropiado ya que estos alojamientos se encuentran en una zona fronteriza, en pleno Pirineo Aragonés.
La experiencia de Las Mugas de Formigal incluye dos momentos gastronómicos: la cena y el desayuno del día siguiente. Bajo la luz de las estrellas y en la Muga principal, se sirve una cena gourmet exclusiva a las 20.30 horas para las pocas personas que se alojan en los diferentes domos.
Ofrecen platos que van cambiando en función de la disponibilidad de productos locales de kilómetro 0, siempre tratados con mimo y para satisfacer a los paladares más exigentes. Todo maridado con vinos Denominación de Origen Protegida (DOP). Por la mañana, a las 9 horas, se sirve igualmente en la Muga central un desayuno gourmet con diferentes opciones.
Las Mugas de Formigal son una experiencia única y especialmente recomendable para parejas por el halo mágico que tiene dormir en medio de la montaña y con un gran ventanal que nos deja en la cama bajo un cielo estrellado. Ahora bien, también es una buena oportunidad para vivir algo diferente en familia, con peques. ¡Alucinarán asomándose por el cristal y pasando una noche rodeados de nieve!
En cualquier caso, estos alojamientos de alta montaña que están en la estación de esquí de Formigal cuentan con capacidad para dos adultos (en la cama grande), a los que se pueden añadir dos niños, que dormirían en el altillo que hemos mencionado y que cuenta con dos camas pequeñas. Siempre debe haber, como mínimo, un adulto de 18 años pernoctando en cada muga.
Otra cuestión es si preguntamos “quién puede dormir en Las Mugas de Formigal” desde un punto de vista económico. Para seros sinceros, hay que ahorrar o tener un cierto poder adquisitivo, ya que no es barato. Si buscas gangas de hotel+forfait en Formigal, esta no es tu opción, ya que actualmente la noche está en 695 euros (es indiferente si se aloja uno o dos adultos), un precio que puede bajar algo en temporada baja (en abril, por ejemplo, cuesta 575 euros la noche). Ahora bien, es una experiencia única que ciertamente vale la pena vivir en algún momento.
La experiencia de Las Mugas de Formigal comienza el día reservado a las 17.30 horas en el punto de encuentro de Anayet. Ahí se recoge a los clientes, su equipaje y mochilas, y se inicia el ascenso hacia la zona en la que se encuentran los alojamientos. El trayecto se puede hacer esquiando, cada uno por su cuenta y saliendo a partir de las 16 horas (hay que hacer previamente check in y dejar las maletas en la zona indicada), o bien de forma conjunta en una máquina Ratrack (pisa-pistas).
A quien le venga el tiempo un poco justo, Las Mugas de Formigal ofrecen la posibilidad de hacer “late check-in” los viernes por un complemento añadido de 30 euros por alojamiento reservado. En ese caso, la recepción y ascensión en máquina pisa-pistas se realiza a las 19 horas.
Cuando amanece, todavía queda experiencia en Las Mugas de Formigal, ya que el día siguiente está incluida una excursión con raquetas de nieve. Después de disfrutar del desayuno gourmet, a las 10 horas parte el grupo para explorar el entorno blanco desde otra perspectiva, hasta acabar en las inmediaciones del edificio Anayet, donde los participantes pueden recoger su equipaje.
La ruta está guiada por profesionales que, además de indicar el camino, acompañan el recorrido con interesantes explicaciones sobre formas de vida autosuficiente, técnicas de supervivencia, curiosidades como la orientación de los pastores por la noche, cómo hacían fuego, el papel del contrabandismo, qué animales salvajes hay en la zona y otros secretos que aguardan las montañas de Formigal-Panticosa.
Como en la subida, los alojados en Las Mugas de Formigal pueden elegir bajar por su cuenta practicando esquí o snowboard; en ese caso, deben encargarse de llevar todo el material necesario.